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Tribuna
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Catalanes soberanos

En un ejercicio de plena soberanía, solos ante las urnas, el domingo pasado los catalanes han dispuesto libremente dónde colocar a los candidatos al Parlament, han graduado la confianza otorgada a las diferentes opciones y han expresado por quiénes y cómo quieren ser gobernados. Basta ya de las monsergas del voto cautivo. Fin de la insufrible cantinela que intenta la asimilación tergiversadora del poder democrático con la dictadura franquista o con el PRI mexicano. Las manipulaciones informativas han perdido la efectividad que tuvieron en tiempos totalitarios. En el espacio radioeléctrico es imposible aplicar la ley del embudo. Los receptores pueden sintonizarse en muy variadas frecuencias y los tiempos del plato único -parte informativo de conexión obligatoria para todas las emisoras- fenecieron para siempre.Rendido este obligado tributo a las conmemoraciones históricas, de regreso en Cataluña, la comparación de los resultados electorales del pasado domingo con les anteriores autonómicos del 92 permite avanzar algunas conclusiones provisionales y trazar unas primeras proyecciones para los comicios generales de marzo de 1996:

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Convergència i Unió medita cómo, pese al incremento de 92.865 votos, ha padecido una disminución porcentual de, 5,2 con una pérdida de 10 escaños que le priva de la mayoría absoluta y dé todos los privilegios que conlleva. Se verifica, pues, que los sueños de perennidad se esfuman de manera saludable, sin trauma alguno cuando los poderosos quedan periódicamente sometidos al escrutinio de los electores. Ahora Pujol deberá elegir entre iniciar el víacrucis por el que se le adelantó González en 1993 o retirarse a su Colombey-les deux Eglises con esa cierta idea de Cataluña a la que ha servido. Veremos también en qué línea encaja los resultados el infiltrado democristiano de la coalición, Durán Lleida. En todo caso, se da por seguro que CiU se abstendrá de arremeter contra los emigrantes rehusando el abominable proceder de los esforzados nacionalistas de Quebec: que les estigmatizaron sospechando el sentido adverso de su voto.

2ª El Partido Socialista de Cataluña (PSC) ensaya el "no nos moverán", que suele preceder a toda retirada, arguyendo. el incremento de 38.548 votos y minimizando la pérdida de 2,7 puntos porcentuales y de seis escaños en relación con el catastrofismo de los sondeos previos, llenos de presagios de mayor hundimiento. El PSC se ufana por el triunfo obtenido sobre los sondeos y por haberlo conseguido con un candidato improvisado a partir de algunas deserciones. Los socialistas se felicitan porque no ha habido. desplome con la que estaba cayendo y porqué han demostrado muy buena capacidad de resistencia.

3ª El PP celebra la multiplicación casi por tres de sus votantes, que de esta manera, 16 años después, otorgan al centro derecha el mismo número de escaños obtenidos por esa banda del espectro político cuando competía bajo las siglas de UCD. Los populares cumplen así uno de los requisitos previos de idoneidad para gobernar a escala nacional. Además, los del, PP han comprobado durante esta campaña la eficacia de su siembra de aversión a la mayoría de CiU. El problema es que la equiparación de mayoría y abuso es un registro peligroso porque lo que era malo el domingo para Pujol debe enseguida reclamarse, bajo el título de mayoría suficiente, para Aznar en las generales de marzo.

4ª En cuanto al sorpasso de IU-IC, preconizado como inevitable por Julio Anguita, el de los pies ligeros, el escrutinio de las urnas catalanas confirma otro avance significativo en 140.534 papeletas, lo que representa un 3,2% más sobre el total de los votos emitidos y añade otros cuatro escaños hasta elevar el número total a 11. De donde, sin embargo, resulta que IC retrocede del tercero al cuarto lugar, sin que su ganancia compense las pérdidas del PSC. Algún perverso analista de la izquierda insiste en que con los votos de Anguita se va a hacer el pan de la derrota que saldrá de las urnas el próximo marzo.

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