El PP quiere disputar a Pujol la segunda plaza en Cataluña en las generales

El PP se fijó ayer un nuevo y ambicioso objetivo, desplazar a CiU y convertirse en la segunda fuerza de Cataluña en las próximas legislativas, tras los socialistas (PSC). Ese resultado casi garantizaría una mayoría absoluta en el Congreso. José María Aznar y el grupo de dirigentes que se reúnen cada lunes constataron que han metido a Jordi Pujol "en un callejón sin salida". Los populares quedan a la espera de los movimientos del líder de CiU, pero consideran que ahora "éste ya sabe que el apoyo al PSOE cuesta caro en las urnas".

Aznar es poco dado a la euforia, pero hay momentos en que la satisfacción no se expresa, se transpira. Fue el caso del domingo por la noche, cuando compareció brevemente ante las cámaras de televisión para proclamar al PP implícito vencedor en las urnas. El resumen que ayer hizo con sus colaboradores más inmediatos va en el mismo sentido.La victoria política del PP consiste, según sus dirigentes, en que "un político que estaba condicionando la vida del país, ahora pasa a estar absolutamente condicionado" por el inesperado resultado del domingo y la pérdida rotunda de la mayoría absoluta. Aznar ha conseguido que su partido crezca en Cataluña, pero sobre todo ha demostrado que puede reducir el peso y la influencia de Pujol. y de los nacionalistas catalanes.

Admitiendo que los socialistas ganarán las generales en Cataluña, los populares se proponen disputar a CiU la segunda plaza. Si en unas generales su voto aumenta y sectores favorables al nacionalismo moderado en las autonómicas apoyan al PP para desplazar al PSOE del Gobierno central, Aznar y.los suyos creen razonable trabajar para hacerse con el segundo puesto.

El espacio de UCD

CiU cuenta ahora con 17 diputados en el Congreso y el PP con 8 escaños por Cataluña. Tras el 19-N, los populares creen verosímil apostar por una relación inversa, 14 diputados para el PP de Cataluña y 12 para CiU. "El peso de Pujol en Madrid se reduciría considerablemente" apuntó ayer un miembro de la Ejecutiva. El propio Aznar manejó una previsión de voto superior al 20% apoyándose en proyecciones del resultado de anteayer.El líder del PP anunció en el círculo restringido de la dirección que su presencia en Cataluña, sistemática desde la celebración de las europeas y andaluzas de junio del año pasado, no se va a reducir. 'Hemos trabajado con cierta hostilidad en el ambiente, pero, el trabajo ha dado buenos frutos" señaló . El PP cree haber "recuperado" el espacio de UCD, que permanecía desde 1980 "cautivo de CiU", y ahora se propone ensancharlo y convertirlo en la llave de la mayoría absoluta.

En cuanto a Pujol, las consideraciones que maneja la dirección del PP no son complacientes.Los populares creen que ha fracasado estrepitosamente, en unas elecciones convocadas precisamente para hacerles el mayor daño posible y cerrarles el paso a la mayoría absoluta.

Ahora Pujol puede "radicalizarse contra el PP o hacer lo contrario, pero depende de él". Y se encuentra en un difícil dilema. Según Aznar y los suyos, ya sabe que será castigado si sigue colaborando con el PSOE y quizá lo sea también si se aproxima al principal partido de la oposición.

Aznar no iniciará por el momento ningún intento de aproximación. Frente a los que han ido subrayando su "aislamiento" de las demás fuerzas políticas, ha sostenido siempre que la fuerza para dialogar la proporcionan los votos.

Ahora que ya tiene los votos en Cataluña aguardará las iniciativas de Pujol, porque cree que es el líder de CiU el que ha prolongado artificialmente la vida del Gobierno de Felipe González y, por tanto, al que le corresponde tomar la iniciativa si busca otra orientación.

En el apartado de revisión de objetivos, el núcleo fuerte de la dirección del PP -que hoy reúne en Madrid a su ejecutiva para analizar más a fondo los resultados- considera que ha superado sus metas con creces. Querían arrebatar a Flujolla mayoría absoluta, pero, nunca pensaron conseguirlo con tal rotundidad.

Aspiraban a convertirse en la tercera fuerza del Parlamento autonómico, pero no creyeron poder sacar cuatro escaños de ventaja a los independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Finalmente, el PP peleó por reducir a la mitad la ventaja del PSC. "Antes teníamos un voto por cada cuatro socialistas", explicó ayer una fuente próxima a Aznar, "pero ahora no son dos por uno, como queríamos, sino uno y medio por uno".