La paz en Bosnia parece más cerca que nunca

Apenas unos milímetros, unas pocas horas más de negociación, parecen separar a Bosnia de la paz. La diplomacia norteamericana desplazó ayer todo su peso a la conferencia que se celebra en Dayton (Ohio) para conseguir este mismo fin de semana, o en los primeros días de la próxima, un acuerdo que ponga fin a casi cuatro años de guerra en los Balcanes. Fuentes estadounidenses han advertido. que todavía quedan algunos detalles por concluir, pero los tres presidentes reunidos desde hace 18 días en una base militar parecen ya estar listos para firmar, posiblemente en Dayton o en Washington, un pacto que permitirá la supervivencia de Bosnia como una nación soberana y de Sarajevo como una ciudad unificada.

"Creo que es justo decir que las partes han estrechado sus diferencias durante los últimos tres o cuatro días en los asuntos fundamentales, pero no están todavía en el punto en el que puedan cantar victoria. Algunos problemas difíciles tienen todavía que ser resueltos", dijo ayer el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Nicholas Burns. El jefe de la diplomacia norteamericana, Warren Christopher, tenía previsto anoche cenar en Dayton con los presidentes de Bosnia, Alia Izetbegovic, de Croacia, Franjo Tudjman, y de Serbia, Slobodan Milosevic, para avanzar en los últimos aspectos de la negociación, que proseguiría en diversos contactos el sábado.A lo largo del día de ayer pasaron también por la base aérea de Wright-Patterson el secretario norteamericano de Defensa, WiIllam Perry, y el general George Joulwan, jefe de las fuerzas de la OTAN en Europa, para discutir con los líderes balcánicos aspectos relacionados con el despliegue de una fuerza multinacional, de paz.. Asimismo, el jueves estuvo en Dayton el consejero nacional de Seguridad de la Casa Blanca, Anthony Lake, para recabar información directa para el presidente Bill Clinton. El propio Clinton podría desplazarse el domingo o el lunes a esa ciudad para dar el último impulso al acuerdo.

El portavoz del Departamento de Estado declaró que Christopher llegaba a Dayton con la intención de decir a los presidentes que era el momento de firmar la paz o de concluir las conversaciones. Otras fuentes norteamericanas añadieron que existe un 90% de probabilidades de que ocurra lo primero. Las últimas dificultades parecen estar relacionados con la elaboración definitiva del futuro mapa de Bosnia.

"El asunto del mapa está más o menos acordado", dijo la fuente citada, "pero queda por resolver la demanda de los bosnio-croatas de que se les devuelva el corredor de Posavina y la insistencia de los serbios por tener un corredor que una sus tierras del este y el oeste de Bosnia".

El portavoz de Christopher mencionó que también están pendientes de solución algunos aspectos muy difíciles sobre el futuro estatuto de Sarajevo, que es reclamada tanto por serbios como por musulmanes bosnios, que son mayoría en la ciudad. Otra fuente norteamericana aseguró que ya existía un acuerdo para que Sarajevo permanezca unificada y con libre tránsito para la población, pero no dio más detalles.

Petición de embargo

Los intermediarios estadounidenses están intentando también que el Gobierno bosnio renuncie a su petición de que se le levante el embargo de armas tras la firma del acuerdo de paz. La Administración de Clinton coincide con los países europeos en que es preferible que los Balcanes se mantengan como zona desmilitarizada.Otros aspectos a resolver son de índole protocolario. Aunque el plan original de EE UU era el de trasladar la conferencia de paz a París, una vez que el acuerdo hubiera sido desbrozado en Dayton, ahora prefiere que la ceremonia de la firma se celebre en EE UU, puesto que ha sido este país el que ha cargado con todo el peso de la negociación.

Hasta tal punto Europa ha quedado al margen de este proceso, que no es segura la presencia en el acto de la firma, si ésta se hace aquí, del ministro español de Asuntos' Exteriores, Javier Solana, en nombre de la Unión Europea. Fuentes diplomáticas indicaron que, si la firma es el lunes o el martes, Solana no podría desplazarse porque tiene otros compromisos más importantes en Bruselas. Tampoco está claro si esa ceremonia debería celebrarse en la misma base de Dayton o en Washington. Esto último daría lugar a una escena que no complace mucho a los norteamericanos: Milosevic, hasta hace poco tratado como un criminal de guerra, siendo recibido ahora por Clinton en la Casa Blanca.

Más delicado aún va a ser la creación de la fuerza de paz multinacional. El Pentágono tiene muy avanzados los planes para desplazar unos 20.000 soldados norteamericanos desde Alemania a Bosnia, alrededor de seis días después de que el acuerdo sea firmado. Pero Clinton se había comprometido a consultar con el Congreso antes de autorizar el envío de tropas, y las relaciones entre la Casa Blanca y el Congreso, de mayoría republicana, se encuentran en un estado de máxima tensión por culpa del conflicto presupuestario.

El presidente Clinton podría, en último caso, ordenar el desplazamiento de tropas en contra de la opinión del Legislativo, pero ello supondría un alto riesgo político.