El 'as' vale más
Fernando VII, para reducir aún más la libertad de expresión, prohibió los acrósticos, las anfibologías, etcétera, intentando evitar las críticas a su política reaccionaria; fue tarea inútil, que en el uso del lenguaje no hay límite posible, ni al fino y delicado ingenio, ni a su uso grosero. Bromas del tipo se se aburre V., no se-a-burra, o del tipo as you like (como a V. le guste) pronunciado ass, you like (asno, a V. le gusta), existen en todos los idiomas. Y, ciertamente, hay gente que contesta sex (sexo) por sixth (sexto) a tu cortesía de preguntarles en el ascensor a que piso quiere ir. Pese a ello, y aun conociendo la vulgaridad del juego de palabras con el significado de la palabra ass, que se me recuerda [carta publicada el 1 de noviembre] en respuesta a mi sugerencia, propuse, y sigo proponiendo, el nombre de as para el de la moneda europea. Creo que mi interlocutor coincidirá conmigo en que no debernos permitir que esta minoría de ingenios torpes pueda limitar las posibilidades del noble uso de un idioma de modo culto y simbólicamente delicado, que así es como se nos ofrece a todos como herramienta del espíritu. Enfrentados a la opción de que elijamos la compañía de gente torpe o que limitemos las posibilidades de uso del idioma, no nos queda otra alternativa: ir juntos y por caminos diferentes a los que ellos han elegido. Y, por último, tampoco creo que haya en el Reino Unido la más mínima reticencia, que mi interlocutor teme, por el uso de la palabra as cuando ellos la usan de modo natural como siglas de anglo-saxon sin el mínimo problema.-
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