Israel completa su retirada de Jenín para mostrar que el proceso de paz sigue

J. C. G. Israel completó ayer al amanecer su repliegue del pueblo cisjordano de Jenín, dispersando así temores de que el asesinato del primer ministro Isaac Rabin a manos de un terrorista judío hace 10 días podría atrasar la puesta en vigor del plan de paz con los palestinos. Millares de palestinos que cantaban y bailaban en las calles recibieron a un destacamento de 200 policías palestinos poco después de la partida del último convoy israelí de 14 vehículos, que ponía fin a 28 años, de ocupación

La entrega del control de Jenín a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de Yasir Arafat se realizó en una sencilla ceremonia realizada en una gasolinera, donde oficiales israelíes y palestinos se despidieron con sonrisas y solemnes apretones de manos. Muchos palestinos que habían adornado el pueblo con miles de banderas y retratos de Arafat celebraron el acontecimiento disparando armas al aire y coreando "íAlá es gran de, se acabó la ignominiosa ocupación!". Jenin es el primer pueblo cisjordano que paga a manos de la ANP dentro del plan firmado por Arafat y Rabin en septiembre pasado y que prevé el repliegue israelí de seis ciudades palestinas hasta fin de año a fin de año de permitir la convocatoria de elecciones palestinas para el próximo 20 de enero. Los otros centros urbanos contemplados en esta etapa del plan de paz son Nablus, Kalkilya, Ramala, Belén y Tulkarem.

Hebrón forma parte del próximo paso, que en marzo próximo promete convertirse en un gran desafío para los 400 colonos que viven dentro de. esa ciudad y que, demandan garantías militares para. permanecer en sus asentamientos rodeados de 120.000 palestinos.

En Jenín, el jefe de los servicios de seguridad de Arafat en Cisjordania, Yibril Rayub, pidió a la multitud que permitiera una "retirada con respeto", pero la policía palestina no hizo nada para impedir que un militante enmascarado encabezara el hostigamiento de las tropas que partían. Unos cuantos chavales arrojaron piedras contra los israelíes, pero fueron gestos puramente simbólicos.

El repliegue israelí de Jenín contribuyó a afianzar la idea entre muchos palestinos de que poco a poco Arafat está logrando construir un Estado palestino. "No me lo puedo creer, pero es cierto. Los israelíes se marchan", declaró emocionado un estudiante de- Jenín Kamal. Jaber, que pasó 15 años en las cárceles israelíes, dijo a la radio palestina: "Es un gran día, una fecha histórica. Por fin nos estamos librando de la bárbara ocupación". Uno de los policías recien llegados se preguntó: "¿Es que puede haber día más feliz que aquel en que, finalmente, te encuentras con tus hermanos en tu propia tierra?"

El repliegue israelí de Jenín comenzó poco después de la medianoche del domingo, cuando los últimos, soldados bajaron la bandera israelí de la estación de su cuartel general y comenzaron a cargar sus últimos enseres en camiones.

"Nadie durmió, todos estábamos a la espera de ver cómo partían tras 28 años de ocupación", dijo un ama de casa.

La largamente esperada maniobra también coronó las expectativas de muchos israelíes cuyos sentimientos pacifistas fueron, expresados elocuentemente por Lea Rabin, la viuda de lsaac Rabín, quien instó el domingo en Tel Aviv al primer ministro interino, Simón Peres, a continuar con la obra de su marido: "Quiero creer que su sacrificio no fue en vano. Te pido, Simón Peres, que sigas guiando al pueblo de Israel por el camino de la paz y con el espíritu de Isaac".

En el terreno interno israelí, llegan también los llamamientos que incitan a la reconciliación. Ayer se entrevistaron en Jerusalén Simón Peres y el líder del Likud (la oposición nacionalista de derechas), Benjamín Netanyahu, a quien la viuda de Rabin había, responsabilizado de crear el Clima de odio que posibilitó él asesinato del primer ministro el pasado día 4. Peres y Netanyahu dijeron estar, de acuerdo en realizar es fuerzos para que el debate político se mantenga dentro, de los límites del respeto mutuo.

El comité central del Partido Laborista israelí eligió anoche por unanimidad a Simón Peres, actual ministro de Exteriores, para suceder al primer ministro asesinado Isaac Rabin.