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El Tesoro de EE UU toma medidas extraordinarias para evitar la suspensión del pago de la deuda

Antonio Caño

El duelo entre demócratas y republicanos ha colocado a EE UU al borde de la suspensión de pagos por primera vez en su historia, aunque acciones extraordinarias tomadas ayer por el Tesoro -como utilizar fondos destinados a pensiones de empleados públicos- le permitirán responder a la deuda de los bonos que vencen mañana. En el otro frente de esta guerra presupuestaria, horas antes del cierre obligado de oficinas del Gobierno. por falta de recursos para mantenerlas, el Congreso y la Casa Blanca no se habían puesto de acuerdo en una ley que evite esa medida.

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El presidente Bill Clinton vetó ayer la ley que el Congreso le había enviado autorizándole a aumentar el techo de endeudamiento. El Gobierno ha alcanzado ya el límite de deuda que requiere para hacer frente a sus obligaciones este año. A partir de ahora necesita el permiso parlamentario para pedir nuevos préstamos. El Congreso le dio ayer ese permiso dentro de una legislación que incluye varias otras exigencias republicanas, desde la reducción del número de apelaciones que puede hacer un condenado a muerte, hasta el recorte de gastos sanitarios.Para conseguir el aumento del límite de endeudamiento, es decir Para conseguir más dinero, la Casa Blanca tiene que aceptar todo el paquete legislativo propuesto por el Congreso. Un paquete que, además, ofrece un aumento que elevaba el endeudamiento a 4,9 billones de dólares, frente a los 5,5 billones que pide la Casa Blanca. Clinton se niega y ha vetado esa ley. "No puedo aceptar bajo presión un presupuesto que le roba el sueño americano a millones de ciudadanos", declaró Clinton, que pide que se le dé autoridad para solicitar nuevos créditos sin condicionarlo al debate sobre el presupuesto. A la vista de la situación, el presidente estadounidense redujo ayer de seis a dos días su viaje a Japón.

Así pues, el secretario del Tesoro, Robert Rubin, tuvo ayer que meter literalmente la mano en los fondos que el Gobierno tiene reservados para las pensiones de los empleados públicos con el fin de pagar los 25.000 millones de dólares de intereses de los bonos que vencen mañana. Esta medida, que envía un pésimo mensaje a los mercados, ha sido considerada de dudosa legalidad por los republicanos.

Robert Rubin se precipito también para sacar a subasta entre ayer y la próxima semana distintas modalidades de certificados del Tesoro con el fin de obtener urgentemente recursos para los pagos inmediatos. El total del capital y los intereses de los bonos que vencen mañana asciende a 102.000 millones de dólares.

La Bolsa de Nueva York abrió ayer ligeramente a la baja como consecuencia de esta situación, pero los mercados financieros parecen relativamente tranquilos. Aunque la firma Standard and Poor's ha advertido que la fe de los inversores ha empezado a debilitarse, los expertos aseguraban ayer que el Tesoro dispone de recursos para evitar la suspensión de pagos durante varios meses y que no existen, por tanto, motivos de preocupación. [Por su parte la agencia europea de calificaciones IBCA ha decidido colocar a EE UU en observación para un posible descenso de su actual rating AAA]. Las consecuencias pueden, sin embargo, empezar a notarse pronto en el incremento del precio del oro, la caída del dólar y, posiblemente, en un aumento de los tipos de interés para hacer más atractiva la inversión. Esto último es especialmente grave en un momento en que la economía norteamericana caminaba por buen camino y parecía factible una reducción de los tipos. La crisis de las finanzas públicas de EE UU puede tener hoy otra expresión, quizás, de menores consecuencias, pero más aparatosa: 800.000 trabajadores del Gobierno federal se encontrarán hoy sus oficinas cerradas.

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