Peres, Arafat y Filali acudirán a la Conferencia Euromediterránea

Varios países de los que acudirán a la Conferencia Euromediterránea de Barcelona, el 27 y 28 de noviembre, han decidido elevar el rango de sus delegaciones, que, en principio, debían estar encabezadas por sus respectivos ministros de Exteriores, según fuentes diplomáticas. La conclusión, el viernes, de los acuerdos de asociación y pesca con Rabat ha decidido a su primer ministro, Abdelatif Filali, a desplazarse hasta la Ciudad Condal, con tanta más razón pues ostenta también la cartera de Exteriores.El primer ministro en funciones de Israel, Simón Peres, nombró el martes a un ministro interino de Exteriores, Yossi Beilin, pero, a pesar de ello, ha indicado que mantiene su viaje a Barcelona, donde se encontrará con el líder palestino, Yasir Arafat.

El príncipe Hassan, hermano del rey, Hussein y heredero del trono Jordania, ha solicitado, por último, estar presente en la conferencia, que inaugurará el jefe de la diplomacia española, Javier Solana, y que clausurará Felipe González. El Rey ofrecerá el lunes, en el palacio de Pedralbes, un almuerzo a los asistentes, y ese mismo día, tras una recepción en el Ayuntamiento, el presidente de la Generalitat será el anfitrión de una cena.

Hoy y mañana, altos funcionarios de la Unión Europea y de sus 12 socios mediterráneos intentarán poner a punto en Bruselas la declaración que será aprobada en Barcelona. El documento, que supondrá un salto cualitativo en la relación de los Quince con la ribera sur del Mare Nostrum, no quedará, sin embargo, cerrado hasta horas antes de que se inicie la conferencia, según prevén los expertos españoles.

Dos escollos menores -la referencia en la introducción al proceso de paz en Oriente Próximo y las menciones a la supresión de trabas a la emigración y a la readmisión de ilegales- quedarán, probablemente, resueltos ahora, pero no así los párrafos dedicados al fortalecimiento de la cooperación antiterrorista ni aquellos consagrados a la no proliferación nuclear, química y biológica.

Siria desea evitar que se asimile terrorismo y lucha armada contra el ocupante, en una clara alusión a los palestinos que combaten a Israel. Este país se resiste, por su parte, a comprometerse excesivamente a favor de la no proliferación. Es el único Estado de la región que no ha suscrito el Tratado de No Proliferación nuclear porque posee armas atómicas.