"Tenemos plazo para investigar hasta junio de 1997

Victoriano Ríos sólo lleva dos meses como senador, en representanción de la Comunidad Autónoma de Canarias, pero desde ayer ostenta la presidencia de la comisión más, compleja y polémica de la. historia de la Cámara alta: la encargada de "delimitar las responsabilidades políticas" derivadas del caso GAL. Su experiencia. como presidente del Parlamento canario, desde 1987 hasta 1991, y el apoyo de todos los grupos parlamentarios son el principal aval para este político de 65 años, dirígente de la Agrupación Tinerfeña Independiente.Pregunta. ¿Cuándo ha sabido que sería presidente de la comisión GAL por unanimidad?

Respuesta. Esta misma mañana [por ayer], cuando me comunicaran los portavoces del PSOE y 15.U que me iban a votar. Yo ya había dicho que no estaría justificado que Coalición Canaria tuviera la presidencia sin un amplio consenso.

P. ¿Y por qué ha sido tan difícil-lograr un acuerdo?

R. Hay que recordar que se partía de posiciones muy encontradas. La comisión se aprobó por un solo voto de diferencia, en medio de un clima de fuerte: tensión, lo que hacía muy difícil el consenso. Pienso que mi contribución debe ser ésa, propiciar el acuerdo más amplio posible. Por eso, me parece importante no sólo haber sido elegido por unanimidad, sino también que mi primera decisión [el plazo para presentar las propuestas de plan de trabajo] haya sido aceptada por todos.

P. El principal enemigo de la comisión GAL es, seguramente, el tiempo: en enero, según se ha anunciado, serán disueltas las Cortes y no parece plazo suficiente para investigar.

R. En principio, esta comisión tiene de plazo hasta el final de la legislatura, en junio de 1997, y todo lo demás son futuribles. No debemos acelerar los traba os pensando en una posible disolución. Vamos a trabajar con rapidez, pero sin agobios ni precipitaciones. Con esa premisa, lo que se haga, bien hecho está. Y si no es posible aprobar el dictamen, porque se anticipan las elecciones, tampoco pasa nada grave. No somos un tribunal. Nuestra función no es juzgar a nadie. Desde mi punto de vista, es más importante arrojar luz sobre algunas zonas oscuras que llegar a unas conclusiones. El dictamen lo puede hacer cada español.

P. La comisión también se enfrenta al problema de cómo investigar, sin interferir la acción judicial. Algunos grupos proponen que se consulte al juez Móner antes de citar a los inculpados en el caso GAL.

R. Este será quizá el principal problema a debatir y, como presidente, comprenderá que no adelante mi criterio. Ya he encargado al letrado de la comisión un dictamen jurídico sobre los antecedentes que se han producido en el Congreso y sobre la normativa aplicada en otros países. Yo defenderé que cuanto se haga no perjudique en absoluto la acción judicial, pero sin que exista tampoco una subordinación del Parlamento a los tribunales, porque se trata de poderes distintos.

P. ¿Puede él Senado servir de altavoz a personajes como Amedo, condenado a más de 100 años de cárcel, o García Damborenea, que hace apología pública de los GAL?

R. Desde mi punto de vista personal, hay un matiz distinto entre quienes están inculpados y quienes se autoinculpan de haber cometido delitos. Deben tener un tratamiento diferente. Pero, cómo he dicho antes, prefiero no extenderme en más detalles hasta que exponga mis opiniones en la comisión.

PHay quien considera que la comparecencia o no del presidente del Gobierno es la piedra de toque de la credibilidad de la comisión GAL.

R. La comisión debe tener credibilidad ante la opinión pública pero, dicho eso, no me parece lógico que el primer compareciente sea Felipe González, Creo que los propios trabajos de la comisión determinarán, por sí mismos, si se le llama o no, sin que sea necesaria una decisión política al respecto.

P. El PNV ha sugerido que se cite a los ex ministros de Interior de UCD y en Canarias se ha planteado que se investigue el atentado contra Cubillo.

R. Nosotros tenemos un mandato muy claro del pleno: determinar las responsabilidades políticas derivadas de la atuación de los GAL, que existieron en un periodo determinado, entre 1983 y 1987. Si durante la investigación aparecieran temas concretos. que nos llevaran hacia atrás, se podrían investigar otros asuntos y, en ese momento, Coalición Canana se replantearía la posibilidad de abordar el caso Cubillo.

P. ¿Es la presidencia de la comisión un regalo envenenado?

R. Yo soy optimista. Si no, no hubiera aceptado el puesto. Soy consciente de las dificultades e inconvenientes, pero creo que se trata de un desafío para el Senado y que su éxito redundará en el prestigio y potenciación de la Cámara alta, en la que siempre he creído.