Un 'cementerio' para 10.000 años

La polémica levantada con la lista de municipios candidatos a albergar el cementerio nuclear español, difundida la pasada semana por la organización ecologista Aedenat, va en aumento con acusaciones incluídas de chantaje. El presidente de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), José Alejandro Pina, precisó ayer un poco más la selección de lugares: "En torno al año 2000, Enresa propondrá de tres a cinco sitios para que el Parlamento decida el emplazamiento". Pero matizó que ahora manejan más de un millar de zonas.

En su afán de transparencia y de poner a todos los municipios en el mismo rasero, Pina llegó a señalar que no estaban descartadas ni las Islas Canarias para enterrar estos residuos, cuando Enresa habla informado repetidamente que los dos archipiélagos no estaban contemplados.

Además, acusó a Aedenat. de una especie de chantaje, ya que contó que recientemente recibieron una carta en la que esta organización les conminaba a dejar de colaborar con "el complejo militar nuclear francés, responsable de las pruebas de Mururoa" o, de lo contrario, emprendería una campaña "contra los intereses económicos de Enresa". Pina subrayó que en ningún momento ha colaborado Enresa con el Ejército francés.

Juan Manuel Kindelán, presidente del Consejo de Seguridad Nuclear y ex presidente de Enresa indicó: "Es un cementerio que, hay que hacer a toda costa. Y hay que hacerlo bien, sin riesgo, pero hay que hacerlo. Y se puede hacer sin riesgo". Kindelán insistió mucho en eso de hacerlo perfectamente para que los españoles del año 12000 -calculó en 10.000 años la peligrosidad de estos desechos- no tengan ninguna queja con la herencia dejada.

Tanto Pina como Kindelán defendieron la actitud de no dar ninguna información hasta que no haya el abanico final de candidatos, para no alarmar de modo innecesario a la población.