Cuatro vidas rotas
La mayoría de los supervivientes de la tragedia del cine Bilbao prefirió no ir a la plaza de Castilla a ver a los inculpados. Faltó, entre otros, Montserrat Sanz, la profesora que perdió a su esposo y a su hijo de 10 años bajo los cascotes de la ruinosa cornisa del cine Bilbao. Su abogado lo hizo por ella. Montse, de 40 años, detesta que la prensa utilice su dolor y despierte compasión. Aquel nefasto día, la losa del Bilbao segó la vida de sus dos seres más queridos y casi cercena la suya, pues una de sus piernas quedó aplastada por la cornisa. Cuando recuperó la conciencia, Montserrat observó, sin poder moverse, los cuerpos inertes de sus allegados, aplastados.
Hoy vive con la única hija que le dejó la marquesina (la chica se salvó porque fue a hacer unas compras mientras sus padres hacían cola) e intenta rehacer su vida. Tras muchos meses de rehabilitación en el Gregorio Marañón, Montse se ha reincorporado al colegio privado donde trabajaba antes de la tragedia y en el que daba clase, también, a su hijo.