Un policiaco entre homosexuales
El máximo atractivo de Hotel y domicilio es su falta de pretensiones. Se trata de un policiaco que narra una trama bastante sencilla que se desarrolla entre unos cuantos homosexuales, sólo pretende ser una película de género y en buena medida lo consigue. Su peor defecto es que con un poco más de cuidado en el guión y, sobre todo, la dirección, hubiese sido una interesante muestra de cine negro vasco.Realizada con muy pocos medios, lo que se nota especialmente en la sencillez de la planificación y en una fotografía nada brillante, incluso mala, el director Ernesto del Río consigue que no sean un estorbo a la hora de narrar su historia e incluso que jueguen a su favor. La acción transcurre en Bilbao, pero bien podría hacerlo en cualquier otro sitio: le faltan bastantes dosis de un amplio sabor local que habría enriquecido notablemente el conjunto.
Hotel y domicilio
Director: Ernesto del Río. Guionistas: Luis Eguiraun, Santiago González, Ernesto del Río. Fotografía: Gonzalo F. Berridi. Música: Bingen Mendizábal. España, 1995. Intérpretes: Jorge Sanz, Santiago Ramos, EnriqueSan Francisco, Anabel Alonso, Ramón Barea, José Manuel Cervino. Estreno en Madrid: Imperial, Minicine.
También padece Hotel y domicilio de una excesiva frialdad. Tiene un buen desarrollo dramático, la historia encierra un cierto interés y los personajes resultan especialmente verosímiles, pero la narración aparece demasiado alejada de los acontecimientos que refleja. Las acciones de los personajes no parecen impulsadas por el necesario calor humano para que los hechos ocurran. Faltan el amor, los celos, el miedo y la venganza que en teoría ponen en marcha los mecanismos de la historia.
Buena parte del atractivo de la película reside en el buen trabajo de sus principales protagonistas. La sobria interpretación de Santiago Ramos, que encarna a un médico forense, y de Jorge Sanz, que da vida a un chapero, hacen que la relación que se establece entre ellos, eje sobre el que gira toda la historia, resulte completamente verosímil, incluso sincera. Siempre dentro de los límites de frialdad que caracterizan a la narración.
También resulta muy efectivo el trabajo interpretativo de Enrique San Francisco, en un papel de psicoanalista que narra la historia con su discreta voz de fondo y en un determinado momento une sus diferentes hilos. No obstante, y en esta ocasión por culpa del guión, su personaje queda excesivamente desdibujado, no está todo lo implicado que debería en el conjunto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Muere el empresario Carles Vilarrubí, pilar de la creación de Catalunya Ràdio y exvicepresidente del Barça, a los 71 años
Brigitte Bardot, una vida en imágenes
Los equipos de rescate reanudan la búsqueda de los cuatro españoles desaparecidos en un naufragio en Indonesia
Muere la actriz Brigitte Bardot, musa del cine francés y controvertida activista, a los 91 años
Lo más visto
- Los grandes derrotados del Gordo de Navidad de Villamanín, 15 jóvenes de entre 18 y 25 años: “Hoy hemos perdido amigos”
- El alpinista Simone Moro sobrevive a un infarto a 5.000 metros y anuncia la creación de un servicio de rescate aéreo en el Karakoram de Pakistán
- ¿Qué pasa si uno solo de los ganadores del Gordo de Villamanín decide denunciar?
- Acuerdo en Villamanín por el Gordo sin repartir: la comisión de fiestas cede más de dos millones por la paz del pueblo
- Europa entra en estado de alerta ante la embestida estratégica de Trump




























































