La Comisión autoriza las ayudas a Seat, aunque advierte que serán las "últimas"
La pesadilla ha durado un año y medio. La Comisión Europea autorizó ayer las ayudas de 46.000 millones de pesetas otorgadas por el Estado y la Generalitat de Catalunya a Seat. Pero le ha advertido que éstas deben ser las últimas que se le conceden en apoyo de su plan de reestructuración. Y le recuerda que debe cumplir estrictamente su plan de inversiones, del que las ayudas forman parte. Bruselas da por buena la reducción de la producción en un 29%.
Las condiciones que debe cumplir el grupo Seat-Volkswagen para no tener que devolver algún día las ayudas son (véase cuadro): cumplir el contenido y el calendario del plan de reestructuración (especialmente el cierre de los talleres de pintura de la Zona Franca barcelonesa y la aplicación del plan de inversiones hasta el último céntimo); no obtener ninguna otra ayuda pública en apoyo del actual plan; y respetar el compromiso de que la producción total del grupo se reducirá en un 5% hasta el 1 de enero de 1998.Este paquete estaba ya diseñado desde el pasado día 4, cuando se produjo el pacto político entre el comisario de la Competencia, Karel Van Miert, y el ministro de Industria, Juan Manuel Eguiagaray. El compromiso sobrevino después de que el Gobierno se viese obligado a rehacer el programa de ayudas a la compañía automovilística, ya concedidas -38.000 millones por el Instituto Oficial de Crédito y 6.000 millones por el Institut Català de Finances-, transformando el concepto inicial de ayudas a pequeños proyectos de inversión tecnológica en un apoyo directo a la reconversión.
Recorte de producción
Desde el 4 de octubre sólo quedaba pendiente que el grupo VW formalizase ante el Gobierno español la aceptación de las condiciones pactadas, sobre todo, la reducción de la producción, y que éste hiciera lo propio ante la Comisión. La única variante de lo pactado entonces es que en lugar de una disminución de la producción del 30% para 1998 sobre las 780.000 unidades anuales fabricadas en 1993, será del 29%. Como este cambio era inapreciable, Van Miert propuso la aprobación formal de las ayudas a sus colegas y obtuvo el visto bueno.El ejecutivo comunitario basó su aprobación en tres razones principales:
VIABILIDAD. Se considera que el Plan de Reestructuración, cuyo coste asciende a 441.700 millones de pesetas, es suficiente para asegurar la viabilidad de la compañía "en un tiempo razonable". Los resultados operativos de la compañía a final de octubre son los previstos, y así seguirán si las ventas progresan al ritmo programado. De manera que Seat "puede volver a obtener beneficios en el ejercicio 1997", según el análisis realizado por una consuItora independiente por encargo de la Comisión. Además, el coste del plan es algo inferior al comunicado inicialmente a Bruselas, y cubre todos los ámbitos de una auténtica reconversión (compromisos de inversiones, nuevos productos, costes del ajuste laboral, cierre de instalaciones obsoletas ... )
COMPETENCIA. El plan demuestra, según los técnicos comunitarios, que VW está realizando una importante contribución a la reestructuración de la industria europea del automóvil. El cierre de Zona Franca, sólo en parte compensado por el aumento de producción en Martorell, implica reducir el 29% de la producción de Seat y un 5% del grupo VW. Ese 29% es sólo un punto menos que el comunicado por Eguiagaray a Van Miert hace tres semanas, y bastante inferior al 50% inicialmente comunicado. Los objetivos productivos, y comerciales de Seat, si se respetan, "no llevarán a esta empresa a aumentar sus cuotas de mercado" en el Espacio Económico Europeo "a expensas de sus competidores".
PROPORCIONAL. Las ayudas suponen un 10,4% sobre el coste de la reestructuración, por lo que alcanzan una intensidad "proporcionada" al conjunto del plan. Y son en todo caso muy inferiores -casi en veinte puntos porcentuales-, al grado de reducción de la capacidad.
Ayudas a Alemania
Pese a esta aprobación, Bruselas prosigue su objetivo de asegurarse que VW cumplirá sus compromisos globales. La Comisión urgió también al Gobierno alemán a que suministre toda la información sobre el paquete de ayuda de 950 millones de marcos (unos 76.000 millones de pesetas) a sus plantas de la antigua República Democrática Alemana, Mosel-II y Chemnitz-II.El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, dijo ayer que "es una buena noticia" la decisión de la Comisión Europea que acepta las ayudas públicas comprometidas en Seat. Según Pujol esto demuestra que "desde el Gobierno se ha trabajado bien". Seat también recibió con satisfación la decisión europea y aseguró que "despeja el futuro de la empresa" dijeron fuentes oficiales. Los sindicatos plantearon que el futuro de Seat "no está garantizado".
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