Pulso al ministerio en Toledo por el modelo de jornada escolar

"Si queremos tener un mínimo de convivencia con nuestros hijos es la única manera de conseguirlo. Así de simple y así de claro". Ése es el argumento que repiten la mayoría de los padres de los más de 6.000 alumnos de educación primaria de los colegios públicos de Toledo que mantienen un pulso con el Ministerio de Educación y Ciencia en tomo a la jornada escolar más idónea: jornada intensiva sí, jornada intensiva no.Pulso en el que por el momento la ventaja la tiene el ministerio, al decretar jornada única para todos los centros públicos de la ciudad de Toledo: los alumnos deben asistir a clase en horario de mañana y tarde.

De nada han servido manifestaciones, la dimisión de los 15 directores de los colegios, encierros de padres, plantes de alumnos y reuniones maratonianas de los Consejos escolares.

La tradición en esta ciudad pesa mucho y así lo entienden los representantes de la asociación de padres del colegio público de la Fábrica de Armas, que ha tenido jornada intensiva durante los últimos 38 años, y que ahora la ven concluída "por decreto".

Comunidad ejemplar

Según Pilar Barrios, secretaria de la APA del centro, "ésta ha sido una comunidad educativa ejemplar que siempre ha funcionado bien y ahora nos quieren cambiar lo que ya se ha convertido en un modo de vida, que consideramos el mejor para nuestros hijos". El colegio público de la Fábrica de Armas se ha convertido en el abanderado de la demanda de toda la comunidad educativa toledana y se resiste a cambiar. A pesar de la orden dictada por el ministerio, con la que se unifican los horarios, los alumnos, con el consentimiento de los padres, siguen sin asistir a clase por las tardes, desoyendo así al ministerio. El pasado viernes, funcionarios de la inspección de Educación desalojaron las clases a la una de la tarde, aunque los padres, no fueron a recoger a sus hijos hasta una hora después, justo cuando para ellos cumple su jornada escolar.

Hasta el curso pasado, los alumnos de siete de los centros toledanos asistían a clase sólo por la mañana, de 9.00 a 14.00. Ante la petición de acceder al mismo horario los ocho colegios restantes, el ministerio decidió unificar criterios y aplicar la jornada partida en todos. La dirección provincial se mantiene firme: "Es lo mejor para los alumnos", afirman.

En las asociaciones de padres ya han surgido voces planteando la posibilidad de abandonar la Confederación Española de Padres de Alumnos (CEAPA). Portavoces de esta postura se quejan de que la Confederación, "sin haberse molestado en conocer el origen del conflicto en Toledo, se haya limitado a defender oficialmente la postura contraria".

Reivindicación no laboral

"No es una reivindicación laboral de los profesores, esto tiene que quedar claro", insiste Antonio Arrogante, presidente de la Junta de Personal Docente. "Si fuera así, la misma situación que se da ahora en Toledo se trasladaría al resto de España". Para Arrogante, la negativa del ministerio a acceder a sus peticiones es una verdadera incógnita" que sólo se despeja si la postura del ministerio obedece a evitar que la actual situación que se da sólo en Toledo pueda correr como un reguero de pólvora allí donde las comunidades autónomas no tienen competencias en educación "y así evitar que se siente un procedente".

Mientras la polémica continúa y la comunidad educativa de Toledo busca nuevas medidas de presión para conseguir cambiar la decisión oficial, ahora firme, los alumnos siguen en el medio de la contienda.

La decisión del ministerio de suspender cautelarmente de empleo al director del colegio público de la Fábrica de Armas, Julián Bermúdez, ha provocado la respuesta airada de padres y profesores. Estos últimos, a través de la Junta de Personal Docente de Toledo, han pedido el cese del director provincial de Educación, Félix Torres, y califican de "broma macabra y de mal gusto" la apertura del expediente, al tiempo que han convocado una jornada de paro para el próximo día 14.