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GUADALAJARA (MÉXICO)

Faena valiente de El Cordobés

En su presentación en el coso de la perla tapatía triunfaron Manuel Díaz, El Cordobés, por su vergüenza torera en una valiente faena al peligroso quinto y Rafael Ortega, por su entrega y dominio al débil primero. En cambio, Alfredo Ríos, El Conde, desilusionó a sus paisanos por su inmadurez y su embarullado y torpe trabajo.Al incierto segundo de la tarde, El Cordobés lo veroniqueó con mucho sabor y al rematar con la revolera recibió aparatosa voltereta. Inició su trasteo con estatuarios, sin enmendar terreno, y aguantó en una tanda de naturales cuando el animal se le paraba a mitad del viaje. Su torera labor fue decorosa aunque no tenía por qué finalizarla con los antiestéticos y vulgares saltos de la rana.

Barbabosa / Ortega, Cordobés, Conde

Toros de Celia Barbabosa, descastados, broncos, blandos en varas.Rafael Ortega: estocada desprendida(oreja); pinchazo, metisaca, media delantera y descabello (aplausos). El Cordobés: pinchazo sin soltar y estocada trasera caída, atravesada (ovación y salida al tercio); estocada honda (oreja). El Conde: media contraria (pitos); pinchazo hondo, media tendida y descabello (aplausos). Plaza Nuevo Progreso, 29 de octubre. 4ª de feria. Media entrada.

Saludó al codicioso quinto, cargando la suerte en rítmicas verónicas. Rodillas en tierra inició la faena con arriesgados pases por alto e hizo su que hacer con valentía y recursos. De frente y por derecho ejecutó un auténtico volapié.

En Rafael Ortega hay madera de torero bueno y caro. Lanceó al acobardado ejemplar que rompió plaza y lo llevó al caballo con delantales. Ejecutó una faena con la panosa por el pitón derecho, que obligó a humillar al astado y su tarea tuvo buen gusto y temple. Al manso cuarto el tlaxcalteca lo recibió de hinojos con una vistosa larga cambiada. Se lució en banderillas y con la franela pudo al revoltoso bicho.

El Conde desaprovechó al tercero, el menos malo del pésimo encierro. Con el capote mostró en tusiasmo, pero con los palitroques fracasó, pues de cinco cuarteos en tres tuvo que pasar en falso. Con la muleta no entendió a la res y, se le vió sin idea de lo que es torear y estuvo a merced de las embestidas del oponente. En el que cerró plaza, el tapatío volvió a intentar banderillear en cuatro ocasiones, con desaciertos en la colocación y al salir de un par cayó en la cara del toro y estuvo a punto de ser cogido, pero el capote del peón Manolo Fuertes lo salvó. Con la muleta quiso lucirse, pero el morlaco se revolvía y no lo permitió.

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