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Un nuevo mapa del fondo de los océanos despeja numerosas y viejas incógnitas

Científicos, pescadores y empresas, interesados en la primera cartografía exacta

Hasta ahora, el 71% de la superficie terrestre no estaba tan bien cartografiado como la superficie de Venus. Esta semana se ha corregido esta paradoja con el primer mapa bueno del suelo de los océanos, puesto a punto por especialistas de Estados Unidos a partir de datos obtenidos en la década de los ochenta por un satélite militar, mantenidos en secreto hasta ahora, y otros recientes del satélite europeo ERS-1. Este mapa, que sigue a otros inexactos publicados desde 1980, desvela muchos misterios de los mares y confirma básicamente la teoría de tectónica de placas.

"Es como si pudiéramos vaciar los océanos y mirar a la Tierra sin agua desde el espacio", ha señalado David. T. Sandwell, geofísico del Instituto Scripps de Oceanografía de La Jolla (California), quien colaboró en el nuevo mapa. "Tenermos un banquete de datos y es tiempo de fiesta". Por lo pronto, se ha duplicado el número de volcanes submarinos, y muchos de los nuevos tienen una extraña forma alargada.Sandwell y el autor principal del mapa, Walter H. F. Smith, de la Administración Nacional de la Atmósfera y los Océanos (NOAA), el organismo que publica el mapa, revelaron esta semana en Washington la imagen en colores del 71% de la superficie terrestre que cubre los océanos.

Hasta ahora, los mapas del suelo oceánico se hacían generalmente con ayuda de barcos que hacían rebotar ondas sonoras del fondo para atisbar su forma. Los mapas a partir de estos datos contenían grandes licencias artísticas. El nuevo mapa es mucho más exacto y se basa en parte en secretos de la Marina recientemente disponibles para uso civil. Desde una órbita a 800 kilómetros de altura, un satélite militar hizo en los años ochenta medidas de la gravedad sobre los océanos como parte de un esfuerzo secreto para aumentar la precisión de los misiles de largo alcance disparados desde submarinos. Con estos datos y otros recientes similares del satélite europeo ERS-1 se ha construido un mapa global del suelo de los océanos que revela todo tipo de llanuras, fallas, cordilleras, montañas y volcanes.

Carrera por la explotación

Ya ha empezado la carrera por la explotación del nuevo mapa. Los pescadores quieren encontrar montañas submarinas que producen la emersión de aguas profundas ricas en nutrientes. Y las industrias quieren encontrar el tipo de rocas que se encuentran sobre los campos petrolíferos y el de las erupciones volcánicas que forman depósitos submarinos de cobre, hierro, plata y oro. Y la industria aeronáutica lo está utilizando para mejorar la exactitud de los instrumentos de navegación, afectados por las anomalías gravitacionales.De gran importancia para los científicos es que los datos están empezando a modificar parte de la tectónica de placas, aunque el mapa la confirme básicamente. Esta teoría ampliamente aceptada mantiene que la superficie terrestre está formada por una docena o así de placas que flotan en un mar de roca fundida y rozan unas con otras en espasmos sísmicos.

Ahora se está viendo que las intersecciones de estas placas son bastante distintas de lo que se pensaba. "Los volcanes encontrados sugieren que las placas no son tan rígidas como predice la tectónica de placas simple".

El mapa es también visto como importante para los estudios de clima y las investigaciones sobre el calentamiento global, ya que las cadenas montañosas y otros accidentes del fondo marino desempeñan un papel importante pero poco entendido en la regulación de las corrientes y los modelos de circulación en las profundidades.

Según Gregory Neuman, científico terrestre de la Universidad John Hopkins, el nuevo mapa "nos acerca un paso más al entendimiento de procesos que son el motor de nuestro planeta".

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