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Marruecos pone en duda que las pateras que llegan a España vengan de sus costas

Madrid y Rabat se han comprometido a colaborar en la lucha contra la inmigración clandestina y las mafias organizadas que trafican con seres humanos, según anunció ayer en Rabat la viceministra de Interior Margarita Robles pocas horas después de entrevistarse con su homólogo Dris Basri. En la sesión de trabajo hubo de todo, incluso una sorprendente afirmación del propio Basri, quien intentó eludir el asunto de las pateras que introducen inmigrantes en España asegurando que "no existen pruebas de que éstas procedan de Marruecos".Como primer paso contra el tráfico ilegal de inmigrantes, se creó un comité mixto que servirá para estudiar los problemas suscitados por los extranjeros ilegales y resolver las cuestiones relativas al tratado de readmisión, por el que un país puede obligar a su vecino a acoger a un inmigrante ilegal, sea cual sea su nacionalidad, si demuestra que éste proviene de su territorio. [El tratado hispano-marroquí fue suscrito en 1992 y hasta ahora ha sido reiteradamente incumplido por Rabat, según las autoridades de Madrid].

España estará representada en este comité mixto por el director general de Extranjería, Pablo Santaolalla, y por el comisario general de Documentación, Luis Luengo. El primer asunto, tratado ayer, fue el relativo a un grupo de 11 turcos que desde el pasado 17 de octubre se encuentran en tierra de nadie en una franja fronteriza entre Marruecos y Ceuta. España tiene pruebas de que provenían de Marruecos, por lo que deberían ser readmitidos allí.

Los responsables de Interior hablaron también de los incidentes ocurridos hace dos semanas en Ceuta y de la decisión de España de sellar "provisionalmente" la frontera con una alambrada de espino, reforzando al mismo tiempo la vigilancia mientras se termina la construcción de un muro con me dios de detección y control más sofisticados. "Estas medidas no pueden afectar las relaciones entre Marruecos y España y desaparecerán cuando lo hagan las razones por las que fueron creadas", explicó Robles. "No es una prueba de desconfianza y lo demuestra el hecho de que yo esté aquí".

Por otra parte, los más de 150 inmigrantes ilegales que están en el campamento ceutí de Calamocarro saldrán de la ciudad antes de que finalice el año, según compromiso anunciado por la delegación del Gobierno, informa Chema Lizarralde. En coordinación con el Ministerio de Asuntos Sociales, la delegación ha puesto en marcha un dispositivo extraordinario para la reubicación de todos los inmigrantes subsaharianos antes del 31 de diciembre.

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