Alemania envía 4.000 hombres a Bosnia en su mayor intervención militar desde hace 50 años
J. COMAS / I. CEMBRERO El Gobierno alemán aprobó ayer el envío de unos 4.000 soldados a Bosnia para participar en la fuerza de pacificación de la OTAN. Se. trata de la mayor intervención de tropas alemanas en el extranjero después de la guerra mundial. Este envío tendrá que ser aprobado por el Parlamento Federal (Bundestag), donde debería obtener una holgada mayoría. En Madrid, por otra parte, ayer concluyó la reunión semestral de Amigos de la Federación croato-musulmana en la que el representante de EE UU advirtió a ambas partes de que la ayuda occidental a la reconstrucción dependerá de su buen entendimiento
Las tropas alemanas de tierra en Bosnia estarán integradas en un 70% por soldados profesionales o con contratos temporales. El restó serán voluntarios que cumplan su servicio militar. Estas datos fueron proporcionados ayer por los ministros de Defensa, el democristiano Volker Rühe (CDU), y de Asuntos Exteriores, el liberal Klaus Kinkel (FDP). El conjunto del despliegue militar alemán en la antigua . Yugoslavia, que durará en un principio un año, costará unos 60.000 millones de pesetas, que correrán a cargo del Ministerio de Defensa.El canciller Helmut Kohl informará a los jefes de los grupos parlamentarios de oposición, socialdemócratas y Los Verdes, para tratar de conseguir un amplio consenso en el Bundestag. Kohl dirigirá el viernes un mensaje al pleno del Bundestag con motivo del 40º aniversarío de la creación del Ejército federal alemán, y se espera que aproveche la ocasión para explicar a los parlamentarios la decisión.
Paralelamente, en Madrid, se celebró en el Palacio Municipal la reunión semestral de los Amigos de la Federación croato-bosnia, convocada por la presidencia española de la Unión Europea (UE). A la cita acudieron 26 delegaciones de potencias que apadrinan esta entidad -EE UU, países europeos e islámicos- fundada en marzo del año pasado y cuya creación puso un término a los combates entre musulmanes y croatas.
La Federación atraviesa un mal momento porque no se han logrado algunos de los objetivos que sus padrinos le habían fijado -libre circulación de personas, puesta en pie de una policía federal multiétnica- y los musulmanes sospechan además que los croatas tienen veleidades anexionistas sobre parte del territorio que comparten.
El viceministro de Asuntos Exteriores de Croacia, Ivo Sanader, se esforzó por disipar estos temores. Aseguró que su país " apoya plenamente la integridad, soberanía e independencia de Bosnia-Herzegovina".
El presidente de la Federación, el también croata Kresimir Zubak, dibujó un cuadro moderadamente optimista. Destacó en su, intervención los logros de la entidad que encabeza pero el primer ministro de Bosnia, el musulmán Haris Silajdzic, que es también el jefe de Gobierno de la Federación, matizó este enfoque. Silajdzic hizo especial hincapié en reclamar que se garantice una mínima seguridad para los refugiados que deseen regresar a sus hogares. Pidió además el respaldo de los países Amigos en la negociación de paz que el día 3 emprenderá en Ohio (EE UU) con sus adversarios serbios.
En el discurso con el que inaguróla reunión, el jefe de la diplomacia española, Javier Solana, declaró que la Federación "debe verse (...) como un esfuerzo integrador y vertebrador de la convivencia pacífica entre musulmanes y croatas en. Bosnia". El presidente norteamericano, Bill Clinton, hizo llegar al foro un mensaje de aliento en el que subrayó que "el éxito de la Federación es vital para el éxito del proceso de paz". Clinton se entrevistó poco después, en Nueva York, con los presidentes croata, Franjo Tudjman, y bosnio, Alia Izetbegovic.
El jefe de la delegación de EE UU en la reunión, Daniel Serwer, no se limitó sólo a animar y presionó a los antiguos contendientes. Si las estructuras de la Federación carecen de un carácter multiétnico y los derechos humanos son son respetados "la ayuda a la reconstrucción no llegará".
Comunicado final
Las advertencias norteamericanas, combinadas con los consejos prodigados por la presidencia española de la UE, no cayeron del todo en saco roto. Tras arduas negociaciones, las dos comunidades que forman la Federación aprobaron un comunicado en el que afirman que su prioridad "es el regreso de refugiados y personas desplazadas a sus lugares de origen".
Para proteger este retorno la policía federal debe ser reforzada y las propiedades de los refugiados respetadas. En Mostar, el principal núcleo del despliegue del contingente de cascos azules españoles, la libertad de movimiento para las personas debe ser inmediatamente puesta en práctica, lo que significa de hecho que los musulmanes deben poder cruzar al sector croata, mucho mejor abastecido.
No es, sin embargo, la primera vez que ambos bandos alcanzan estos compromisos mientras su aplicación sobre el terreno deja después mucho que desear.
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