Aumentan los tumores de mama entre los 25 y los 35 años

Aunque el margen de edad donde la prevalencia del cáncer de pecho es más alta se sigue situando en el periodo comprendido entre los 50 y 70 años, se está empezando a observar un claro descenso en la edad de presentación de este tumor maligno, según afirma la doctora María José Merino, jefa de Anatomía Patológica en el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos."Cada vez es más frecuente encontrar en las consultas casos de cáncer de mama a edades bastante tempranas. Es decir, que este tumor ya no sólo debe preocupar a las mujeres que han sobrepasado los 40 o los treinta y muchos, ya que este tipo de cáncer está aumentando notablemente entre los 15 y 35 años", explica la experta española nacida en Valladolid y afincada en Estados Unidos.

Según esta especialista, que ha viajado a Madrid por su nombramiento como miembro de la Real Academia de Medicina, no están muy claras las causas de este descenso en la edad de aparición del tumor mamario. "Una de las razones", dice, "podría ser que ahora disponemos de medios de diagnóstico precoz más avanzados. Tal vez sea este hecho el que explique también, al menos en parte, el aumento que sigue experimentando, con independencia de la edad, la prevalencia de este tipo de cáncer en todos los países".

Merino considera que la principal aportación de la prueba de detección precoz de los genes responsables del cáncer de mama familiar, que estará disponible el próximo año, será el mejor control preventivo de las familiares directas de las afectadas.

Esta experta advierte que la gran mayoría de los casos de cáncer mamario tiene un origen multifactorial. Concurren factores, hormonales, ambientales, dietéticos y alteraciones genéticas, entre otras causas. "Por ejemplo", añade, "con respecto a la alimentación, se ha observado que una dieta rica en grasas puede favorecer la aparición de este tipo de tumor. Se ha visto que si una japonesa, que procede de un país donde la tasa de cáncer de mama es de las más bajas del mundo, se traslada a EE UU, que arroja una de las más altas, y adopta la alimentación norteamericana, tiene tantas posibilidades de padecer esta enfermedad como el resto de las mujeres de ese país".

Merino ¡nsiste en que la detección precoz es el mejor arma para luchar contra esta enfermedad y subraya que la educación sanitaria desempeña un papel importante. "La mujer", aclara, "debe saber autoexplorarse y acudir sin alarmismos al médico ante la menor anomalía. Esta educación sanitaria también tiene que hacerse extensiva a los médicos. Muchas de las denuncias por mala praxis médica que se presentan cada año en todos los países desarrollados son porque el facultativo consideró erróneamente que aquel nódulo no tenla ninguna importancia".

Merino afirma que en los últimos cinco años el cáncer de mama se ha convertido en EE UU en uno de los más estudiados. Señala que las norteamericanas se han organizado muy bien y acaba de crearse el Instituto de Salud de la Mujer para promover la investigación y la atención clínica.

En Europa también acaba de constituirse con el mismo fin la Comisión Especial Donna, auspiciada por la Escuela Europea de Oncología.

Como muchos de sus colegas, Merino estima que la extirpación total de la mama ya no está justificada, salvo en casos muy concretos: "Hoy en día los tumores que no exceden de cuatro centímetros son susceptibles de ser extirpados localmente y después tratados con radioterapia. Las posibilidades de supervivencia son muchas, sobre todo si en la cirugía también se ha tratado adecuadamente el tejido que rodea el tumor. En otros casos el tratamiento que acompaña a la intervención quirúrgica es la quimioterapia, y también conservando el pecho".