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"Creo en Dios, pero creo más en el diablo", afirma Álex de la Iglesia

El director estrena 'El día de la bestia', una comedia satánica

Rocío García

Bajo las luces navideñas, un cura pequeñito vaga por Madrid obsesionado con encontrar al diablo, al que invoca oyendo música rock. Catedrático de Teología en la Universidad de Deusto, ha descifrado un mensaje profético por el que llega a una, conclusión aterradora: el anticristo. nacerá en Madrid en el amanecer del 25 de diciembre de 1995. Tiene pocas horas para encontrarle y acabar con él. La segunda película del bilbaíno Álex de la Iglesia, El día de la bestia, es una comedia satánica basada en los relatos de Lovecraft. Álex de la Iglesia, ilustre licenciadoen filosofía en Deusto, no reniega de su educación católica. "Me considero un católico heterodoxo. Creo en Dios, pero creo más en el diablo".

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El día de la bestia es una idea anterior a Acción mutante, el original primer largometraje de este director de 29 años descubierto por Pedro Almodóvar. Con guión de Jorge Guerricaechevarría y el propio Álex de la Iglesia, El día de la bestia, que se estrena en las salas de cine el próximo viernes, está protagonizada por Álex Angulo, Armando de Razza y Santiago Segura, en una producción de Sogetel e Iberoamericana."El guión parte de los cuentos de Lovecraft, de la historia de un estudioso que lleva toda la vida encerrado en una universidad y sale de, ella al enterarse de que se acerca el fin del mundo y sólo está él para impedirlo. Naturalmente, sólo se lo cree él. De ahí empezamos a trabajar, y pensamos sustituir a Cthulhu, que es el monstruo de Lovecraft, por el demonio", asegura De la Iglesia, un hombre aficionado al ocultismo -"no lo he practicado, sólo me divierte" y sobre el que se ha documentado.

El realizador conoce bien a los curas. Licenciado en filosofía por la Universidad de Deusto, reconoce que su conocimiento de los jesuitas ha tenido mucha influencia en El día de la bestia. "Me reconozco un católico heterodoxo. Creo en Dios, pero creo más en el diablo. Hay más pruebas de la existencia del diablo que de Dios. No reniego de mi educación católica; al contrario, gracias a ella he hecho esta película. He utilizado, entre comillas, a los jesuitas para el guión porque he disfrutado mucho con ellos. El personaje del cura que vive enfrascado en el estudio durante años y años sin conocer el mundo está basado en profesores míos de la universidad. Desde aquí les agradezco a todos los curas de Deusto su aportación al nuevo cine español", afirma.

La violencia que el llama legal, ésa de la vida cotidiana, como el empujón de un tío en el metro, o el silencio de tu vecino en el ascensor, o la agresividad de la gente en la cola de un cine, es la que más miedo le da. "El demonio está ahí, en la violencia de todos los días", dice el director, que ha elegido Madrid como la ciudad del apocalipsis. "Es verdad que el demonio habita en todas las grandes ciudades, pero Madrid, de todas formas, es infernal, apocalíptica. El apocalipsis está vivo por la calle, en la Gran Vía por la noche. Todas las secuencias que salen en la película son reales. Todo lo que describe la película resulta exagerado, pero es cierto. Es una verdad selectiva en el sentido de que solamente he cogido lo más terrible y 16 he juntado en una película".

No ha trabajado nunca con estrellas, aunque si sigue así convertirá en toda un ídolo a Álex Angulo, que fue el único protagonista de su corto Mirindas asesinas, trabajó luego en Acción mutante y en El día de la bestia es el personaje principal. "Me gustan los actores, y muchas veces los actores son estrellas, y en una película compleja como ésta y con un trabajo muy duro físicamente se necesita una entrega total. Yo necesito una entrega absoluta, y muchas estrellas, entre comillas, no me la dan", afirma el realizador, quien asegura disfrutar sobremanera con los actores secundarios. "Tienen una valiosísima humildad, una enorme y terrible experiencia, y se trabaja muy a gusto con ellos. Creo que muchos secundarios son los mejores actores del Cine español. Basta ver a Álex Angulo, un actor que lleva 25 años en el oficio y tiene un carácter terriblemente afable, unido a un físico absolutamente dúctil, con el que puedes hacer cualquier cosa", asegura.

La base de su vida es el humor negro: "Es la única manera de enfrentarse a las cosas. El humor blanco me gusta, me divierten las comedias americanas de los años veinte, pero las cambio todas por El cochecito, por Pepe Isbert asesinando a su familia porque no le compran un carrito de minusválido". El cineasta incluye en El día de la bestia una crítica feroz a la televisión y conscientemente al modelo Tele-5 del italiano Berlusconi. "La miseria de los concursos y los coloquios es donde de verdad está el demonio. La gente vive y piensa a través de esos programas. Los conceptos sociales y políticos dependen de la televisión porque son los que crean opinión, mucho más que cualquier periódico o libro. Por eso me parece mucho más peligroso y violento que cualquier película esos programas que explotan los sentimientos de las personas, porque no son ficción, sino que son reales".

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