Sadam Husein festeja su triunfo en el referéndum que le mantiene en el poder
ENVIADO ESPECIALSadam Husein se otorgó a sí mismo la máxima condecoración iraquí y declaró ayer fiesta nacional para festejar su arrollador triunfo en el referéndum presidencial del domingo, un acontecimiento que le permitirá gobernar al menos durante los próximos siete años. Tal como estaba previsto, Sadam, candidato único, obtuvo el 99,96% de votos afirmativos de los 8.375.560 electores que participaron en la consulta.
Sólo 3.052 votantes se pronunciaron en su contra, lo que significa que sólo 1 de cada 3.000 electores secundó el no. Sin embargo, estas papeletas fueron incluidas en el total de 5.888 votos anulados, según fuentes oficiales. "La oposición es menos que insignificante", proclamó un portavoz de la comisión electoral, el organismo que se apresuró a felicitar al presidente horas antes de recibir los resultados.
Tan seguro estaba Sadam de anotarse una victoria que el domingo instituyó la condecoración de la Gran Orden de los Dos Ríos y firmó un decreto ordenando al Consejo del Comando Revolucionario (CCR) que impusiera el galardón "al vencedor del referéndum presidencial".
Izzat Ibrahim, número dos del CCR, declaró que el referéndum constituyó una demostración del "alto espíritu democrático que reina en el Irak" y advirtió que los adversarios internos y los "enemigos externos" del régimen iban a tratar de "distorsionar los propósitos y resultados" de la consulta. Pese a ello, agregó, Irak continuará en la marcha por la senda democrática para sentar un ejemplo en la región".
Citando a un portavoz oficial de los Emiratos Árabes Unidos, la radio de Bagdad dijo que en vista de la "apertura democrática" iraquí, varios de sus vecinos estaban considerando "una serie de pasos encaminados hacia la reconciliación" con Sadam.
Fiel al sistema que ha transformado a Irak en un Estado donde se adula permanentemente al jefe, como ocurre en Corea del Norte, el Gobierno promovió anoche una serie de manifestaciones de apoyo y regocijo por la victoria de Sadam en las urnas. Las calles de Bagdad volvieron a congestionarse de manifestantes que coreaban "¡Sí, sí, sí a nuestro presidente!", mientras que algunos elementos descargaban sus armas al aire.
Las celebraciones se realizaron en medio de estrictas medidas de seguridad, reforzadas por informes del supuesto descubrimiento de dos bombas caseras cerca de un puesto de votación en un suburbio de Bagdad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.