_
_
_
_

Salen en libertad los 11 marineros españoles, encarcelados durante siete meses en Venezuela

La pesadilla de los 11 españoles encarcelados en Venezuela por presunto tráfico de drogas terminó ayer. Para los 14 marineros, 11 españoles y 3 venezolanos, que ayer salieron en libertad bajo fianza del penal de Barcelona a las 16.30, hora local (las 21.30, hora peninsular), la sensación de estar libres les enmudeció de repente. Los marineros del barco atunero Monte Blanco han permanecido siete meses en el violento penal de Barcelona. Han sido absueltos por un tribunal ordinario, pero la sentencia aún debe ser ratificada por el Tribunal Superior de Venezuela.

Anoche concluyó una pesadilla de terror y de injusticia. Todavía la tripulación del barco no tenía la sentencia absolutoria definitiva. Aún deben vivir cerca de un mes en el Estado Ansuátegui, capital Barcelona, esperando en libertad condicional que el Tribunal Superior ratifique la absolución de todos los cargos dictada este martes por el Juzgado II Penal. Por ello, no pudieron declarar. Pero es seguro que ganas no les faltan, aunque sea para demostrar que están felices de estar libres.Tal vez la emoción les paralizó el habla, aunque no pudieron esconder la alegría que expresaron sus brillantes ojos y amplias sonrisas cuando traspasaron las rejas donde estuvieron encerrados siete meses siendo inocentes de los cargos de narcotráfico.

lmpaciencia

Las seis horas de espera por las respectivas órdenes de excarcelación y luego la tramitación reglamentaria dentro del recinto penitenciario avivaron la impaciencia de la salida en libertad condicional, que unida a los 35 grados en la Barcelona venezolana, recalentaron los nervios de los protagonistas. De esta manera, los abrazos se confundieron con las lágrimas de las esposas y novias que les esperaban en la puerta de la cárcel. Todos se abrazaban emocionados, sin decir palabra. Los marineros extendían sus brazos y no distinguían si eran familiares, representantes del buque Monte Blanco, abogados, periodistas o amigos.La tripulación del Monte Blanco o la empresa del mismo nombre fue, supuestamente, objeto de una venganza o una trampa que los tribunales venezolanos todavía no han investigado bien, según trascendió de fuentes que prefirieron guardar el anonimato. Una hipótesis posible es que los 1,8 kilos de droga encontrados en el Monte Blanco fueran presuntamente colocados por un ex tripulante, el venezolano José Luis Ramos, que fue despedido por la empresa, que estaba arrendada por el grupo Calvo. Hasta ahora no ha sido investigado. Según. esta hipótesis, Ramos habría negociado la revelación del alijo que se encontró en el mástil principal a mediados de marzo, tras ocho días de búsqueda en el puerto de Guanta, situado al noreste de Venezuela. Antes, el barco había sido revisado, sin hallar nada, por la Guardia Civil en Laxe (Galicia), en enero, por la DEA en Cartagena (Colombia) y por la Policía Naval venezolana a la altura de Puerto Cabello.

El representante ejecutivo del buque atunero Monte Blanco afirma que, sea cual sea la causa, el hecho cierto es que la empresa se arruinó. Y es que la pesquera Monte Blanco perdió cerca de un millón de dólares con la detención del buque, por cuatro meses, y de la tripulación por siete. "Hemos tenido que pedir dinero prestado para cubrir todos estos gastos. La empresa está quebrada", afirmó Cuenda.

Pilar Soto, de Ferrol (La Coruña), esposa del capitán Miguel Pena Lamas, no puede contener su emoción. "Estoy muy contenta. Sabía que iban a salir, pero se me ha hecho largo el proceso". Espera que esto no vuelva a suceder. "El trabajo de mi marido es la mar. Aquí han vivido una experiencia que todavía llevará, tiempo superar. Yo no lo hubiera podido aguantar, pero ellos han demostrado ser unos lobos de la mar".

Ángeles Moseguer, valenciana y esposa de Antonio Villena, que ha viajado tres veces a Venezuela, también expresó su felicidad por la libertad de su marido. "Estoy muy contenta de que se haya terminado la pesadilla. Jamás nadie de la tripulación ha estado vinculado con las drogas. Soy feliz aunque la detención fue injusta".

Los nervios de las mujeres estaban a punto de estallar por la espera. Una de las que más fumaba y callaba era Lucía Martínez Pérez, de Laxe, esposa de Joaquín Vidal Rodríguez. "Nunca perdí la esperanza de verles salir libres de la cárcel. Esta gente es inocente. Se hizo justicia".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_