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Nueva York acoge la obra más desmesurada de Oldenburg

El Guggenheim exhibe una gran retrospectiva del artista pop

La obra desmesurada y dramática de Claes Oldenburg (Estocolmo, 1929) cuelga del pasillo en espiral del Museo Guggenheim de Nueva York. Quizá no haya una ocasión más apropiada de decir que una, obra "cuelga", ya que para esta retrospectiva, la mayor hasta la fecha sobre uno de los creadores de la instalación y el happening, se ha colocado, con cables tirados desde el techo, una gigantesca pluma de bádminton que rompe la estructura circular del Guggenheim. Otros 200 objetos, esculturas blandas, collages y los mastodónticos proyectos urbanos del artista, completan la visión de esta figura clave del pop.

La pluma de bádminton blanda que Oldenburg acaba de fabricar este mismo año mide aproximadamente 15 metros y se clava irreverentemente sobre el quinto pasillo del museo. Es el artefacto más grande de las decenas de objetos cotidianos agigantados y transformados en sacos de lona o tela plástica, con diversos rellenos que penden flácidamente de clavos, cuerdas y poleas intentando resistir la ley de la gravedad. En este soporte, los famosos objetos blandos de Claes Oldenburg (teléfonos, ventiladores, interruptores, retretes, etcétera) constituyen el centro de una retrospectiva originada en la Galería Nacional de Washington, que, tras su paso por Nueva York, viajará a Bonn y Londres.

Remoldear la realidad

Pero si en estos objetos se plasma la capacidad de Oldenburg para remoldear la realidad (en formas que se supone asociadas a la pequeñez y la descomposición de la figura humana, abocada también a la flacidez), en sus proyectos de monumentos urbanos "factibles" y "no-factibles" es donde se disfruta de lo que el artista identificó como su único objetivo: "Dar existencia a la fantasía".Entre las "propuestas", utópicas pero sin duda preferibles a muchas de las cosas que hoy pasan por mobiliario urbano, que Oldenburg imagina para grandes espacios abiertos está lo simbólico (sustitución de la Estatua de la Libertad por un ventilador gigantesco o del Monumento a Washington por unas tijeras giratorias) y lo absurdo (como el bloqueo de grandes avenidas de Nueva York con bloques de roca o helados de tamaño desproporcionado).

Claes Oldenburg nació en 1929 en Estocolmo (Suecia) y de pequeño se desplazó con su familia a Estados Unidos, donde estuvo viviendo entre Nueva York y Chicago. Tras estudiar en la Universidad de Yale, regresó a Chicago y trabajó como periodista. En los años cincuenta se asentó en Nueva York y se sumó al nacimiento del pop art y los happenings, para, una década después, crear sus primeras instalaciones con material principalmente recogido en la calle. En The Store, un espacio artístico que inauguró en Nueva York, introdujo sus primeros experimentos con objetos blandos. Sus trabajos más elaborados en este capítulo son verdaderos estudios de la forma y la sustancia, con un prototipo duro y otro fantasma acompañando a cada pieza blanda.

Pero la obra más violenta visualmente en esa época es probablemente la Batería gigante blanca (1967), un conjunto de instrumentos de percusión descompuestos sobre sí mismos que aparentemente fueron inspirados por una tormenta de truenos en Colorado y que reflejan también la propia estructura arquitectónica del Museo Guggenheim, donde se expuso por primera vez esta pieza.

Instalaciones

Desde finales de los años setenta, Oldenburg realiza, en colaboración con su segunda esposa, la historiadora de arte Coosje van Bruggen, una serie de instalaciones y esculturas permanentes al aire libre que han marcado los paisajes de varias ciudades en todo el mundo. Cucharillas, linternas y paraguas gigantescos han probado que algunos de sus proyectos de monumento de hecho sí eran factibles. En los ochenta, el matrimonio se dedica fundamentalmente a concebir grandes happenings al aire libre, como la representación de La maldición del cuchillo en Venecia en 1985. El cuchillo barco se desplazó por los canales como una galera con remos. Sin embargo, los cálculos de flotabilidad no estaban perfeccionados y la escultura flotante no pudo superar una segunda prueba. En Madrid se exhibió en dique seco.Aparte de la pluma de bádminton, Oldenburg también ha incluido en la retrospectiva piezas muy recientes, como Tenedor apoyado con espaguetis y albóndiga (1994), una representación no blanda, pero sí sobredimensionada. El tramo europeo de Claes Oldenburg: an anthology comienza en enero del año próximo.

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