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El libro político protagoniza la feria de Francfort

ENVIADO ESPECIAL

La política le está ganando terreno a la literatura en la actual edición de la Feria del Libro de Francfort. Mientras continúa la polémica sobre el premio de la paz, otorgado a la islamista Annemarie Schimmel, ayer se desplazó a Francfort el líder del Sinn Fein irlandés, Gerry Adams. El motivo oficial era la presentación de su autobiografía, que publicará en diciembre, pero Adams aprovechó la ocasión para expresar su confianza en el actual proceso de paz.

La visita de Adams a Francfort coincidió con la presentación de Irlanda como tema central de la feria del próximo año. El reciente Nobel de Literatura a Seamus Heaney otorga a Irlanda una excelente carta de visita. En la editorial de Heaney, Faber and Faber, afirman haber recibido solicitudes para traducir a Heaney a todos los idiomas posibles. Nick Kenney, jefe de exportación de la editorial, se mostraba ayer eufórico y afirmaba: "Heaney es una gran excepción en el terreno de la poesía, ya que siempre ha vendido en torno a los 50.000 ejemplares.".

La presentación de Irlanda, que basó su éxito en reivindicar la diáspora de sus escritores (con Joyce, como ejemplo supremo), tuvo un contrapunto en la de Gerry Adams. El líder del Sinn Fein, para no interferir con el tema literario, se presentó en un hotel de Francfort, pero habló más de política que de literatura.

Ion Illescu, presidente de Rumania, ya había ejercido de personaje político el miércoles como también lo hizo Haris Siladzic, primer ministro de Bosnia. Herzegovina, quien aprovechó su visita a Francfort para pedir a los editores libros para Sarajevo.

Escritores perseguidos

En este ambiente político, el PEN Club presentó ayer en la feria su informe sobre los escritores perseguidos (más de novecientos en todo el mundo) y se centró especialmente en el caso del escritor norteamericano Mumia Abu-Jamal condenado a muerte en Estados Unidos.Acerca de la polémica originada por la decisión de otorgar el premio de la paz a la islamista Annemarie Schimmel, el director de la Feria del Libro, Peter Weidhaas, afirmó ayer que la organización de la feria ha invitado a Salman Rushdie, pero que éste ha declinado la invitación.

La Feria del Libro, mientras tanto, continúa adelante con nuevos récords de visitantes y con una actividad frenética. Las repletas agendas del día se complementan, como es habitual., con las recepciones y fiestas nocturnas, que tienen al hotel Frankfurter Hof como marco predilecto. El miércoles se presentó en este hotel una novela que promete ser la sensación del próximo año: The debt of pleasure, del británico, John Lanchester, contratada por Anagrama. La fiesta más comentada fue, sin embargo, en la discoteca Nachtleben, donde el norteamericano Ken Follett, especialista en best sellers, deleitó a la concurrencia tocando el bajo y cantando hasta bien entrada la noche.

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