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Reportaje:ESCUELA

Algunas policías locales vigilan a los alumnos que hacen 'novillos'

Cómo evitar que los menores en edad escolar falten a clase se ha convertido en los últimos años en casi una obsesión para los responsables de la política educativa de las autonomías españolas, y ello, en buena medida, porque el absentismo está en el sustrato del no siempre bien denominado fracaso escolar. Como paliativos surgieron hace unos años los equipos de intervención educativa, los gabinetes psicopedagógicos y los educadores sociales. Pero estas iniciativas, inspiradas en la prevención desde el ámbito familiar, no parecen contentar a todos por igual. En no pocas localidades españolas, los ayuntamientos han optado por implicar a la policía local en la corrección del absentismo. Así ocurre en algunos municipios de Madrid, Cataluña, Valencia y Canarias, según confirman las propias consejerías de Educación (otras se limitan a contestar que no han puesto en marcha acciones concretas y que, de existir actuaciones policiales, no son de su competencia), llegando en algunos casos a facilitar a la Policía Municipal listados con los nombres de alumnos que los centros escolares consideran "potenciales absentistas".El papel de los agentes se limita en todo caso a la vigilancia durante el horario escolar de menores de 16 años fuera de las aulas. Antonio Guidado, coordinador de la Oficina de Atención al Ciudadano del Ayuntamiento de Alcobendas, Madrid, explica en qué consiste esta actuación policial: "Nos limitamos a vigilar que en horas lectivas no haya menores en la calle, en cuyo caso los trasladamos al centro escolar. En ningún caso hacemos fichas, puesto que no se trata de una acción policial recriminatoria, es un servicio que prestamos para evitar situaciones de absentismo".

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El pasado año este cuerpo policial efectuó una veintena de desplazamientos de menores, de entre 12 y 14 años, a sus centros escolares. "Lo habitual es encontrarlos en salas de juegos recreativos o en parques", añade Guidado, que reconoce que en algunos casos son los centros los que informan al Ayuntamiento acerca de alumnos problemáticos.

Derecho y obligación

Nadie duda de la conveniencia de arbitrar medidas tendentes a paliar el absentismo, sobre todo atendiendo al hecho de que es, un derecho del menor estar escolarizado y una obligación de sus familiares enviarlo . a la. escuela -hace escasos días un juez de Granada condenaba -a arresto domiciliario a diez parejas, de las 22 citadas, acusadas de no llevar a sus hijos a la escuela-, pero la disparidad de criterios surge en torno a si estas medidas deben incluir la participación policial o no, considerada útil y eficaz por algunos y controvertida por otros.El hecho de que algunos ayuntamientos faciliten a la Policía Municipal listas con los nombres de alumnos ha despertado las suspicacias de algunos sectores educativos.

Francisco Delgado, presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos (CEAPA), advierte del "peligro potencial" de este tipo de actuaciones policiales: "No decimos que la policía actúe con criterios represivos, pero parece claro que su papel no es el de intervenir en las causas reales del problema. Puede ser una actuación útil en primera instancia, pero coercitiva y que carga el problema sobre el menor. No estamos de acuerdo con que la policía disponga de listados, ése es un asunto del que deben ocuparse los servicios sociales y los gabinetes psicopedagógicos. Nos parece más adecuado que intervengan en el seguimiento de alumnos personas no uniformadas, de lo contrario podríamos estar abriendo las puertas a la implantación de medidas cada, vez más represivas y menos tendentes a la solución del problema real, que no está en actúar controlando al menor, sino en averiguar la situación familiar".

Una preocupación lógica si nos atenemos a la información publicada hace escasas semanas que deba cuenta de cómo en Los Ángeles (Estados Unidos) las autoridades han decidido endurecer la vigilancia de menores absentistas hasta considerarlos casi delincuentes.

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