_
_
_
_
FINAL DE LA ESCUELA DE MADRID

Excesivos desafueros

Un amplio abanico de encadenados desafueros en planteamiento, organización y desarrollo del festejo cubrieron de opacidad la que se pretendía alegre novillada final de la Escuela Taurina de Madrid, en la que triunfó García Robleño. Las culpas hay que repartirlas en diversos frentes: desde la empresa de Las Ventas, organizadora de esta función oficial, a la propia escuela, y sin olvidar a la terna de adelantados alumnos, ayer mediocres aspirantes a la gloria. Como siempre fue el público quien pagó, además de la entrada, tantos fallos.Así, el primer desafuero consistió en la elección de una divisa escasamente contrastada para tan trascendental ocasión, y cuyos ejemplares, de irreprochable trapío, tenían bronca, áspera y complicada catadura; máxime cuando a lo largo del verano y con organiza ción de la escuela han salta do a la arena en otros festejos bureles de excelente juego.

Cañadas / Sánchez, Robleño, Revuelta

Novillos de Las Cañadas, muy bien presentados, mansos y broncos. Sánchez Varas: vuelta; oreja.García Robleño: oreja; oreja; salió a hombros. Andrés Revuelta: silencio; silencio. Plaza de la Venta del Batán, 7 de octubre. Casi lleno.

Tampoco parece al uso que ni el director, ni el director artístico, ni la mayoría del profesorado de la entiddad acudieran a apoyar a los chavales, mientras que el matador retirado Ángel Teruel, quien va a apoderar a Sánchez Varas, sí ocupase un burladero en el ruedo.

Enorme fallo fue igualmente la elección de las cuadrillas que, sobre todo en el caso de Robleño y, aún mayor, Revuelta, empeoraron con su canguelo y desaciertos la fea condición de los bichos.

No se escapan los coletudos, aunque a ellos les disminuye la responsabilidad por el hecho de que son principiantes, aunque les faltó ambición y variedad y les sobró vulgaridad. Robleño, con el lote menos malo, molió con pases de todas las marcas, pero sin musa, a sus enemigos. Sánchez se peleó grismente con ambos, y Revuelta, con el peor lote, se asustó tanto como su cuadrilla y naufragó.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_