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Inicios de la guerra sucia

"Silencio, se lucha". Ésta era la consigna que algunos medios de comunicación obedecieron ante las primeras actuaciones de guerra sucia. Diario 16, dirigido entonces por Pedro J. Ramírez, destacó por su ardorosa justificación de los errores que descubrieron las operaciones ilegales contra ETA. (...) Mientras EL PAÍS condenó en un editorial los métodos de guerra sucia, Diario 16 (...) los apoyó sin dudar. "Es preciso cerrar filas en torno al buen Gobierno que tenemos, formado por hombres competentes y patriotas dispuestos a conciliar los valores esenciales de libertad y seguridad. Sus aciertos en la lucha antiterrorista deben recibir aplauso, y sus errores, comprensión", rezaba el editorial alusivo al intento de secuestro de Larretxea. "Al igual que sucediera en el caso del bar Hendayais añadía el editorial de Diario 16 (...), en alusión al asesinato de Jean-Pierre Arramendi y José Camino (...), en 1980, "la operación se planificó y ejecutó con torpeza chapucera que no puede por menos que causar sonrojo. Barrionuevo tiene que investigar a fondo lo ocurrido, hacer una buena limpia y recurrir a esquemas más profesionales y seguros -es decir, menos comprometidos- cada vez que vuelva a encontrarse frente a este tipo de situaciones límite". El editorial sobre el fallido secuestro de Larretxea por parte de los geos concluía con esta frase lapidaria: "O ellos o nosotros. Por eso hay que terminar con ETA de la forma que sea".3 de octubre

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