Serbios y croatas llegan a un principio de acuerdo sobre Eslavonia oriental
Delegaciones croatas y serbias de alto nivel, auspiciadas por el embajador de Estados Unidos en Zagreb, Peter Galbraith, y el negociador la ONU, Thorvald Stoltenberg, alcanzaron ayer un principio de acuerdo sobre Eslavonia oriental en una reunión celebrada en la localidad fronteriza de Erdut. Durante un periodo de transición habrá autoridad compartida de croatas y serbios secesionistas en la renión, la única que sigue sin ser controlada por el Gobierno de Zagreb quedará desmilitarizada y vigilada por una fuerza de paz internacional.
El mediador estadounidense en la antigua Yugoslavia, Richard Holbrooke, que ayer proseguía en Zagreb su diplomacia de puente aéreo, parece haber conseguido desloquear un contencioso explosivo e íntimamente ligado a la pacificación de Bosnia, el de Eslavonia oriental, una región rica en petróleo. Croacia, sin embargo, volvió a amenazar ayer con recurrir a la fuerza si a finales de noviembre no se ha alcanzado un acuerdo definitivo con los secesionistas de Eslavonia oriental.Washington, que ha anunciado públicamente que su apoyo político y económico a Croacia está directamente condicionado por el respeto de los derechos de la minoría serbia, tiene ahora una nueva herramienta de presión sobre Zagreb. Las propias organizaciones croatas de derechos humanos y el primado de Croacia, el cardenal Franjo Kuharic, han denunciado las matanzas comprobadas por tropas croatas de indefensos civiles serbios en la reconquistada Krajina.
Mientras tanto, las tropas serbias de Bosnia están recuperando terreno en el noroeste del país, cerca de Bihac y la frontera croata, y aliviando la presión de musulmanes y croatas sobre Banja Luka, su ciudad más importante. La artillería del general Ratko MIadic tenía ayer a tiro la localidad de Bosanska Krupa, según las Naciones Unidas, y el Ejército gubernamental bosnio pierde también terreno en Bosanski Novi e incluso en Kljuc, 60 kilómetros al sur de Banja Luka.
Provocación bosnia
Y en Sarajevo, las tropas gubernamentales han disparado al menos cuatro veces con morteros y artillería contra vecinas posiciones enemigas, en flagrante violación de la zona de exclusión impuesta por la OTAN. El incidente ha sido condenado formalmente por la ONU y calificado de "seria provocación". El jefe de los cascos azules en Bosnia, el general Rupert Smith, ha trasladado una enérgica protesta y una velada amenaza al Gobierno de Sarajevo, advirtiendo que incidentes armados como los de la noche del lunes amenazan todo lo conseguido hasta ahora y no pueden volver a ocurrir.Las tropas bosnias abrieron ayer un nuevo frente atacando la destruida localidad de Trnovo, unos 40 kilómetros al sur de Sarajevo, para intentar abrir una comunicación con el enclave musulmán oriental de Gorazde.Trnovo, controlada por los serbios, es obligada llave de paso hacia el este de Bosnia. Pale ha amenazado inmediatamente con llevar de nuevo la guerra hasta la capital, pero ha sugerido por vez primera su disposición a considerar un acceso a Gorazde a cambio de territorios. Sarajevo vive desde el 20 de septiembre, cuando la OTAN se dio por satisfecha con la retirada serbia, una frágil pero sostenida calma, que sólo alteraban, hasta el lunes, los francotiradores: la letra pequeña del terror. Éstos continúan actuando -ayer mismo, una persona resultó herida por disparos de fusil en el centro de la ciudad- y la ONU nunca ha conseguido que los dos bandos cumplan su promesa, firmada hace un año, de retirar a sus asesinos a sueldo, y de uniforme, de tejados y ventanas.
"El presidente Alia Izetbegovic está jugando con fuego", opina un alto mando de la ONU en Sarajevo aludiendo al conjunto de condiciones impuestas por el líder bosnio para negociar un armisticio global con los rebeldes serbios.
"Hace 15 días, sus tropas tenían el viento a favor, ahora no". Izetbegovic ha reiterado al negociador estadounidense para los Balcanes, Richard Holbrooke, que hoy regresa a la capital bosnia para nuevas conversaciones, que sólo está dispuesto a un alto el fuego si los serbios abren definitivamente las comunicaciones de la ciudad, desmilitarizan (entregan de hecho) su plaza fuerte de Banja Luka y permiten un corredor permanente hacia el enclave oriental de Gorazde.
El desarrollo de los combates en Bosnia occidental de que da cuenta Naciones Unidas hace ilusoria la pretensión del presidente Izetbegovic, siempre más propagandística que real, de rendir Banja Luka. Las conquistas en el noroeste del país, hasta 4.000 kilómetros cuadrados, en un tiempo récord, tienen más que ver con la capacidad militar croata y la total desorganización de las comunicaciones serbias a consecuencia de los bombardeos que con una súbita transforma ción del poder ofensivo del Ejército gubernamentales.
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