Las familias numerosas de tres hijos sólo se benefician en las matrículas universitarias
La oposición critica la falta de una política natalista en un país cada día con menos hijos
Las familias españolas con tres hijos son consideradas numerosas desde el 1 de enero pasado. Sin embargo, éstas no se han podido beneficiar más que de las rebajas en las tasas universitarias tras solventar algunos problemas en algunas comunidades autónomas. Los vericuetos administrativos han impedido al Gobierno tener listo para septiembre, como prometió, un reglamento de familias numerosas para uno de los países europeos que menos ayudas dedica a la familia. Una comisión parlamentaria lleva año y medio estudiando este tema sin resultado alguno aún. En una cosa parecen estar de acuerdo todos los partidos: en España, con el índice de natalidad más bajo de Europa, hace falta una política natalista, hoy inexistente.
Este año, por vez primera, los padres de tres hijos con edad universitaria han podido beneficiarse de una reducción del 50% en las tasas. La ambigüedad de la ley, pactada el año pasado, por el PSOE y CiU, ha complicado el papeleo, pero finalmente todas las comunidades autónomas con competencias educativas -siete en total-, además de las aún dependientes del Ministerio de Educación, han admitido a las nuevas familias numerosas. Sólo en Madrid se han expedido en menos de un mes 32.000 certificados correspondientes a este nuevo supuesto, lo que no quiere decir que en Madrid haya 32.000 familias con tres hijos en edad universitaria, En cualquier caso, son más de los que se esperaban, como han reconocido en la Comunidad de Madrid. El partido en el Gobierno se resistió en un principio a aceptar el nuevo supuesto del tercer hijo por su coste económico. Sólo en tasas universitanas, según Joaquín Almunia, se dejarían de recaudar 14.000 millones de pesetas anuales. El viernes, en el Ministerio de Educación hablaban de una cifra de impacto económico situada entre los 2.400 y los 4.500 millones de pese tas. Hasta que no terminen los actuales plazos de matrículas no se sabrá la repercusión real de una medida que se ha abierto paso a trancas y barrancas. Dada la ambigüedad de la ley, pendiente de un reglamento aún por elaborar, algunas comunidades autónomas pretendieron hacer oídos sordos y, así, en Andalucía la mayoría de los estudiantes han hecho el pago fraccionado en espera de que se les perdone el segundo plazo. Algo que parece seguro, según han anticipado a este periódico fuentes de la Junta de Andalucía.De momento, va a ser la única ventaja de la que disfrutan en España las familias numerosas. A la espera del reglamento y de otras leyes, como, la del IRPF, no hay más beneficios a nivel estatal, como los descuentos en el transporte público que tenían las familias de cuatro hijos.
Filosofía profunda
"El Gobierno ha pasado de la orden del legislador", acusa" José María Michavila, diputado del PP y miembro de la Ponencia de Familia del Congreso. Michavila considera que el problema es de "filosofía profunda", que los socialistas rechazan el apoyo a la familia por considerar a ésta una institución casi franquista, del pasado."La realidad es que la familia es la célula básica de solidaridad, es la que educa a los niños, cuida a los ancianos o acoge al parado. Y, al final, los que están manteniendo la ley de Franco y se niegan a modernizarla son ellos".
En el Ministerio de Asuntos Sociales, sin embargo, aseguran estar trabajando en el reglamento, del que no dan detalles, y devuelven la pelota al Congreso, al asegurar que una modernización de la ley depende de las conclusiones de la Ponencia, de Familia. "Parece claro que, entre unos y otros, el asunto va a quedar pendiente, porque ahora llegan las elecciones catalanas y después las generales", dice Jordi Casas, de CiU, y también diputado de esa Ponencia.
Los estudios de la coalición de Jordi Casas demuestran que las ayudas españolas a la familia son casi testimoniales, al lado de las que aplican, otros países de, nuestro entorno. A una ayuda de 9.000 pesetas para una familia española con tres hijos correspondería una aportación de 74.000 pesetas en Luxemburgo o 68.400 en Bélgica. Sólo las familias griegas y portuguesas sufren situaciones similares.
"No se trata tanto de fomentar que la gente tenga hijos corno de que las parejas no se sientan coartadas de tenerlos", dice Jordi Casas. "Según las estadísticas, más del 60% de los españoles ofrecen desear tener más hijos de los que tienen, pero no se atreven por miedo a las consecuencias laborales y económicas".
Algunos sectores mantienen sus reservas. "Que no hay suficientes ayudas está clarísimo", dice Carmen Pujol, de la asociación de mujeres Juristas Themis. "Pero no tengo claro si éstas deben darse a la familia o a la mujer, que en definitiva es sobre la que recaen la mayor parte de las cargas familiares".
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