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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Las imprudencias del ministerio

Soy uno de ésos a los que llaman moteros", ni que decir tiene que "motero" no es sinónimo de loco de la carretera y tantos y tantos apelativos infundados que se nos colocan. Pero mi queja no es otra, y estoy seguro de hablar en nombre de muchos moteros, que los señores de Obras Públicas, que cuando terminan de mal arreglar una carretera dejan sin ningún pudor esas odiosas piedras, la gravilla, que al pasar en moto te imponen respeto ante una posible caída. Pero qué más da, ellos no pasan por allí y menos en moto, y además requiere un esfuerzo sobrehumano coger una escoba y retirarlas fuera de la carretera.Y no digamos de esas vallas protectoras, que, la verdad, no sé qué protegen. Señores responsables de esas vallas, no se han parado a pensar, y sin ánimo de cansarles, que si dicha valla llegara hasta el suelo, o bien cada uno de sus apoyos fuera recubierto, por ejemplo, con un polímero plástico, con, mezcla elastómera, ciertas consecuencias de algunos accidentes se podrían evitar.

Les aseguro que muchas personas se librarían de estar condenadas de por vida a una silla de ruedas, por no mencionar las personas que han sufrido amputaciones muy diversas en pies y manos.

Pero esto no lo sacan en esos toscos (e inútiles, véanse cifras de muertos con y sin spots) anuncios de la DGT porque, en este caso, ¿de quién es la imprudencia, del accidentado o, por el contrario, de ese señor que se dejó la gravilla en esa fatídica curva, o esa barra de sujeción de una valla de protección que le amputó una mano? Eso sí son imágenes crueles, porque no siempre tenemos nosotros la culpa, señores de la DGT.

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Naturalmente, no podría olvidarse de la pintura utilizada para las carreteras, cuando caen cuatro gotas, o bien cuando llueve, se convierten en una perfecta pista de patinaje, y esto, como la gravilla, también les afecta al resto de los vehículos. Pero parece ser que ahora, al menos eso fue lo que me dijo un operario mientras realizaba su trabajo en una carretera: "Ahora la pintura es antideslizante", ¡gracias!-

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