El toreo, en la gloria
Caída ya la noche, Emilio Muñoz cruzaba a hombros la Puerta del Príncipe; Sevilla soñaba con el toreo eterno que dibujó Curro Romero en una tarde pletórica de gracia; Jesulín se había ganado el respeto de la afición por su seriedad y valor, y dos ganaderos habían triunfado con un lote de toros bravos, revividos de las estampas de La Lidia. Y no era un sueño... El toreo, en la gloria. Una corrida histórica; una jornada de gozo profundo, una bocanada de felicidad provocada por el toreo auténtico y bello.
Curro es un misterio capaz de hacer realidad los sueños más re cónditos. Quizá, por eso, sólo un milagro puede explicar su actuación cuando ya ha cumplido los 61 años. Muy decidido y valiente, elegante siempre, toreó con la derecha como ya no se torea en pases largos, de personalidad única, bellísimos. Noble era el primer toro, al que instrumentó una faena desigual pero llena de plástica y prestancia; más soso. era el cuarto, con el que sorprendió con un toreo cruzado, muy cerca de los pitones, en una actuación armoniosa y embrujada. Una trincherilla, un cambio de mano y un desplante garboso rubricaron el magisterio currista.
Torrealta Romero, Muñoz, Jesulín
Cuatro toros de Torrealta (uno devuelto por inválido); 4º (sobrero), 5º y 6º, de Gavira. Bien presentados, bravos, nobles; destacó el 2º.Curro Romero: estocada corta (ovación); bajonazo (vuelta). Emilio Muñoz: estocada baja (dos orejas); pinchazo y estocada corta (oreja); salió a hombros por la Puerta del Príncipe. Jesulín de Ubrique: estocada (oreja); metisaca y estocada (ovación). Plaza de la Maestranza, 1 de octubre última corrida de feria. Tres cuartos de entrada.
Pero aún faltaba lo mejor: Curro había hecho sonar la música en dos verónicas y una media, dibujados con cadencia y profundidad en el centro del anillo, al primer toro de Jesulín; y la guinda llegó en el sexto; otras dos verónicas y media, y la locura colectiva y la sonrisa abierta de un Curro feliz que se retiró entre los sones del pasodoble y el fervor de la plaza puesta en pie.
Emilio Muñoz dictó dos lecciones del toreo al natural más profundo. La nobleza de sus toros le permitió trazar dos faenas de excelsa belleza, en las que sobresalieron los naturales de frente, larguísimos y lentos.
El toreo de Jesulín no luce el embrujo, currista ni la profundidad de Muñoz, pero superó con creces el compromiso.
Cogida grave de EI Alba
El banderillero Jesús Góméz El Alba sufrió una cogida grave en la novillada de ayer en Zaragoza, informa Efe. La cornada, en la pierna izquierda, tiene una trayectoria de 25 centímetros que dislacera los músculos peroneos y tibial, y otra de 15 centímetros, que rodea el maléolo. El torero iba a retirarse el próximo día 8.También resultaron heridos ayer el novillero Luisito, menos grave, en la novillada de Arnedo (La Rioja) y el peón Pedro García, pronóstico reservado, en el festival de Maello (Ávila).
Babelia
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