¿Ha causado daño EL PAÍS a la imagen de Greenpeace?
Este diario publicó el pasado domingo, 24 de septiembre, en la sección de Sociedad un reportaje titulado Crisis en Greenpeace tras el reto de Mururoa, fechado en París y Londres por los corresponsales Enric González y Lola Galán.María Luisa Toribio, directora del departamento de prensa de Greenpeace-España, se ha dirigido al Defensor del Lector, haciendo acusaciones graves a este diario con motivo de dicha crónica. "Consideramos que el artículo", escribe, "basado en fuentes que no se citan y en informaciones erróneas, daña seriamente la imagen de Greenpeace sin ningún fundamento objetivo para ello, tan sólo a base de suposiciones falsas y vaguedades. Por ello le pedimos su intervención para aclarar todo ello en las páginas del periódico". Y añade: "Entendemos la crítica basada en hechos y opiniones contrarias ( ... ), pero lo que nos cuesta entender es que la prensa -sobre todo cuando se trata de medios del nivel de EL PAÍS- no actúe con la rigurosidad y profesionalidad que su responsabilidad requiere".
Las afirmaciones vertidas sobre Greenpeace en dicho artículo que más han dolido a Greenpeace-España, además de algunas inexactitudes muy concretas, han sido las siguientes: "A la organización se la culpa de tener demasiado dinero, demasiada burocracia, demasiada prepotencia y demasiada afición por una propaganda no siempre basada en datos ciertos". O bien: "Greenpeace ha llegado a desarrollar una poderosa burocracia que viaja en business class, se hospeda en hoteles de lujo, tiende a castigar a los países donde la organización es menos poderosa (por ejemplo, Francia) y necesita, con urgencia, una puesta al día de su estrategia". El artículo afirmaba también que a Greenpeace "se le critica su mercantilismo y su falta de transparencia", al mismo tiempo que aludía a la intención de Greenpeace de "ofrecer bonitas imágenes a las televisiones". Y, por último, que la operación de Mururoa había resultado "desastrosa".
Por lo que se refiere a los presuntos gastos de Greenpeace en viajes y hoteles de lujo, la oficina de prensa de Madrid ha enviado, para nuestra información, una nota interna de la organización en la que se les exige a los socios rigor en dichos gastos, pidiéndoles, entre otras cosas, que se hospeden, donde sea posible, en casas de amigos para ahorrar hoteles o que aprovechen viajes aéreos de fin de semana para aprovecharse de las tarifas reducidas.
El Defensor del Lector ha pedido a Enric González y a Lola Galán que respondan a estas acusaciones de la oficina de prensa de Greenpeace-España contra su información. Enric González -que fue uno de los periodistas detenidos por la policía francesa en Mururoa y que deleitó a los lectores con sus, exclusivas-, tras haber conocido la carta de queja enviada por Greenpeace a este departamento, ha respondido así: "¿Datos de Greenpeace no siempre ciertos? Precisamente la campaña del Brent Spar. ¿Vocación televisiva? No hay más que leer hoy mismo, 28 de septiembre, las declaraciones del propio Xavier Pastor a este diario cuándo dice, a propósito del M V Greenpeace: 'Valía la pena arriesgar este buque para garantizar que el abordaje del Rainbow Warrior II por los comandos franceses ( ... ) serían documentados gráficamente y transmitidos al mundo'. ¿Gastos de Greenpeace? No hay más que repasar la relación de ingenios de todo tipo: helicópteros, parapentes ascendentes, motos acuáticas, minilanchas y demás, incautados por la Marina francesa a bordo del M V Greenpeace antes de que llegaran a utilizarse". Y añade Enric: "Sé que las mejores iniciativas -y creo que Greenpeace puede figurar entre ellas- están por encima de sus promotores".
Y por lo que se refiere a los temas más puntuales, el corresponsal de París afirma: "El artículo publicado el 24 de septiembre se refería, como señalaba el titular, al debate interno en Greenpeace y a las críticas internas y externas que han venido formulándose sobre algunos aspectos del funcionamiento de la organización. No se trataba de recordar los muchos méritos de Greeripeace, cosa que este periódico ha hecho con cierta frecuencia, sino de hacer un resumen del mencionado debate, centrado, obviamente, en los posibles aspectos nerativos". Y continúa: "Una de las quejas se refiere a las 'opiniones en reflexivo sin citar fuente', como la referida a las críticas sobre hipotéticos excesos de gasto, burocracia o arrogancia. La redacción puede ser, efectivamente, desafortunada. Sucede a veces cuando hay que cortar un texto para adaptarlo a un espacio limitado, y cuando se abarca la evolución de una institución a lo largo de 20 años (no los cinco o seis últimos, como interpreta el servicio de prensa de Greeripeace). Pero esas críticas han sido formuladas por personas citadas en la información: el fundador y ex director David McTaggart -aunque lamentara haberlas hecho una vez publicadas-, el ex jefe de campaña Ulrich Jürgens -forzado a dimitir por su locuacidad- y otros. Se habló con diferentes personas de Greenpeace (no de Greepeace- España, sobre la que se hizo una información adjunta) y se procuró resumirlo todo".
Críticas fundadas
Por lo que se refiere a algunas quejas más concretas, no de fondo, Enric no tiene inconveniente en aceptarlas: "De las distintas quejas expresadas por Greenpeace-España, dos son completamente fundadas. Es cierto que Greenpeace dispone en propiedad de cinco barcos, y no ocho, como se decía en el texto. Los de alquiler fueron erróneamente considerados como propios. También es cierto que no fue la revista alemana Stern, sino la mucho más seria Der Spiegel, la que publicó el duro reportaje sobre la 'máquina de hacer dinero' de Greenpeace. Otras quejas, aunque legítimas, son, sin embargo, rebatibles".¿Y qué decir de la afirmación "la burocracia que viaja en business class y se hospeda en hoteles de lujo", y de la otra, "las inevitables tentaciones de nuevo rico ", que tanto han. dolido a Greenpeace? Enric González responde así: "Es muy comprensible que en Greenpeace, que vive de las cotizaciones de sus afiliados y del sacrificio y entusiasmo de sus activistas, duela leer la frase 'nuevo rico' y las referencias a vuelos en business class, de los que este corresponsal ha sido testigo. Pero ahí se señalaba a una pequeña e influyente burocracia, cuyos gastos no pueden suponer más que una ínfima parte de los presupuestos. De los esfuerzos y éxitos de cientos de activistas de Greenpeace se ha dado y se dará cuenta en muchos otros artículos".
Lola Galán, corresponsal de EL PAÍS en Londres, precisa, por su parte: "En cuanto al uso del término 'desastrosa' para calificar su campaña en Mururoa -única alegación de Greenpeace en lo que a mi participación en el reportaje se refiere-, debo decir que fue usado por vez primera por algunos de los máximos responsables de la campaña contra las pruebas nucleares francesas en Mururoa; reproducido por los más importantes periódicos del mundo, y compartido por una parte de la organización, que en un anunciado debate interno establecerá el definitivo veredicto oficial sobre lo ocurrido".
Los lectores pueden escribir al Defensor del Lector o telefonearle al número 91 / 337 78 36.
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