El futuro de Hebrón, último escollo para la extensión de la autonomía palestina

El proyecto de acuerdo será presentado mañana al Gobierno israelí y al Consejo de Ministros de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de Yasir Arafat. Después será firmado formalmente en presencia del presidente Bill Clinton, en Washington probablemente, el jueves próximo. Esa ceremonia marcará la culminación no sólo de más de 60 horas de continua discusión en Taba, sino de un proceso de contactos realizados durante el último año.

Con la aprobación de este último acuerdo, los palestinos van a poder plasmar su ambición de autodeterminación en los territorios que Israel ocupa desde la guerra de 1967. En ese sentido, la autoridad de Arafat, limitada hasta hoy a Gaza y el enclave cisjordano de Jericó, abarcará gradualmente todo el territorio cisjordano, con excepción de las colonias judías y de los centros asignados para su protección.

Lo que fundamentalmente retrasó el acuerdo ayer fueron discrepancias en torno a la situación de la ciudad de Hebrón, la liberación de cerca de 5.000 prisioneros palestinos e interpretaciones divergentes de mapas de la futura entidad autónoma y la jurisdicción de la ANP. Fuentes próximas a la negociación dijeron anoche a EL PAÍS que "los principales obstáculos han sido superados" y que "sólo falta pulir detalles sobre los mecanismos de seguridad en Hebrón".

Bajo fuerte presión de sus compatriotas, Arafat se opone al mantenimiento de una presencia militar israelí en Hebrón, aunque la fórmula de compromiso aparentemente aceptada incluye la formación de "patrullas conjuntas" y la construcción de una carretera elevada que permita a los colonos conectarse con el vecino asentamiento de Kiryat Arba sin pasar por controles palestinos.