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Agujero de ozono y efecto invernadero

Los acontecimientos meteorológicos extremos de los últimos años han hecho que los problemas climáticos estén cada vez más en el centro de la atención pública. En el primer plano están la destrucción de la vital capa de ozono -lo que se conoce como "agujero de ozono"- y el amenazador calentamiento de la atmósfera terrestre denominado "efecto invernadero", Aunque en una primera aproximación ambas problemáticas pueden ser contempladas como independientes entre sí, frecuentemente se las confunde o incluso se las considera una misma cosa: Mientras que la destrucción de la capa de ozono amenaza directamente la vida en la Tierra a través de la intensificación de los rayos ultravioleta, perjudiciales para los seres vivos, el efecto invernadero influye sobre el clima, planetario, e indirectamente también pone en peligro nuestra existencia.La causa de todos los males está en algunos de los denominados gases traza que el hombre emite a la atmósfera terrestre con sus actividades. Estos gases se llaman gases traza porque sólo aparecen en cantidades muy pequeñas (trazas), y suponen un porcentaje de volumen de la atmósfera terrestre que a veces es sólo de unas pocas centésimas. Las mediciones realizadas demuestran sin lugar a dudas que está creciendo la presencia en la atmósfera de determinados gases traza relacionados con el clima. Por ejemplo, el contenido atmosférico de dióxido de carbono (CO2) ha crecido desde el comienzo de la industrialización en aproximadamente una cuarta parte, y ha pasado de unas 280 partes por millón (ppm) a unas 350ppm. El dióxido de carbono se genera siempre que se quema material orgánico. Por eso, la emisión de CO2 está estrechamente vinculada con la generación de energía, que a escala mundial se. basa en aproximadamente un 90% en el quemado de combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas natural).

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¿Por qué nos preocupa tanto el aumento de los gases traza? En primer lugar está el peligro del recalentamiento de las capas de aire inferiores, el llamado efecto invernadero. La Tierra debe sus condiciones óptimas para la vida al hecho de que se comporta como un invernadero. La Tierra recibe el Sol fundamentalmente radiación de onda corta en el espectro visible, que puede atravesar la atmósfera terrestre prácticamente sin obstáculo y calienta la superficie del planeta y las capas de aire inferiores. La Tierra, a su vez, devuelve calor al espacio en forma de radiación infrarroja. Sin embargo, parte de esta radiación calorífica es absorbida por determinados gases traza -como el vapor de agua el ´ióxico de carbono- y devuelta a la superficie terrestre. Eso hace que en las proximidades del suelo se produzca un calentamiento adicional.. Los gases lamados "gases de efecto invernadero: hacen posible el calentamiento de las capas de aire inferiores al dejar pasar libremente la luz y, al mismo tiempo, impiden que el calor se escape al espacio. Este efecto invernadero natural supone una diferencia de unos 30º C; sin él, la temperatura media del planeta sería aproximadamente de -15º C en lugar de +15º C. Pero, como sucede con todos los medicamentos beneficiosos, una sobredosis puede tener consecuencias fatales. Las actividades humanas están aumentando la presencia en la atmósfera terrestre de los gases de efecto invernadero, con lo que se produce un recalentamiento adicional de las capas de aire inferiores. Actualmente, el CO2 es el principal reponsable del efecto invernadero, aproximadamente en un 50%.

Determinados gases traza, en este caso sobre todo el grupo de los clorofluorocarbonos (CFC), destruyen además la capa de ozono que rodea el planeta como un escudo protector. El ozono se encuentra en la estratosfera, la capa de aire situada aproximadamente entre los 10 y 50 kilómetros de altura. Allí absorbe la radiación solar ultravioleta y le impide así llegar a la superficie terrestre en cantidades significativas. Como los CFC son productos pura mente sintéticos, sólo llegan a la atmósfera debido a las actividades humanas.

¿Qué indicios existen ya hoy de una variación del clima debida al hombre? La temperatura media de la Tierra ha subido en los últimos 100 años alrededor de 0,7 C. Sin embargo, el crecimiento no ha sido uniforme. La curva de fiebre de la Tierra está sometida a fuertes variaciones naturales. Así, en los años cuarenta la temperatura llegó incluso a disminuir. El aumento de las temperaturas ha sido especialmente fuerte en los años ochenta y no venta, en los que se han registrado daños récrd cada vez con más frecuencia. Una subida de las temperaturas de 0,7 C parece bastante escasa, pero si se compara con la diferencia de temperatura desde la última glaciación -ace 18.000 años- hasta hoy, unos 4ºC, esta variación de la tempetatura relativamente pequeña adquiere un significado muy diferente. En conjunto, a partir de la evolución de las temperaturas puede considerarse probado el efecto invernadero, con una probabilidad de aproximadamente el 95%.

Pero hay otras señales del efecto invernadero. Si el clima se hace más cálido, otros parámetros climáticos también se modifican. Uno de ellos es, por ejemplo, el nivel del mar, que en los últimos 100 años ha crecido una media entre 10 y 20 centímetros. Este aumento se debe principal mente a la llamada "expansión térmica" del agua de mar, es decir, a la dilatación del agua a consecuencia del calentamiento. Otro indicio es el retroceso de los glaciares en todas las latitudes. También existe una gran probabilidad de que el agujero de ozono sobre la Antártida se deba a la actividad humana.

Mojib Latif es investigador del Instituto Max Plank de Meteorología, de Hamburgo.

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