Efectos económicos y sociales del cambio
Incluso los más escépticos en el ámbito del calentamiento global están a menudo preocupados por las consecuencias económicas de los eventos climáticos desastrosos. Las imágenes familiares de hambre causadas por sequías o lluvias torrenciales son hoy en día parte de todos los medios de información, de la misma manera que son las grandes cantidades de dinero que se tienen que gastar los Gobiernos en compensar por las pérdidas económicas.Casi todos reconocemos de qué manera los rendimientos de los cultivos, la disponibilidad de agua y la producción de alimentos están ligados al clima. En 1987, lluvias monzónicas en la India y Pakistán, forzaron a estos países a la importación masiva de alimentos, con importantes consecuencias para, sus economías. Durante los años ochenta hemos visto un continuo deterioro de la producción de alimentos en África, causada en parte por la persistente sequía. La sequía en el sur de África durante 1991-1992, considerada en general como la mayor del siglo, afectó a más de 100 millones de personas y forzó a realizar importaciones de 11,6 millones de toneladas de alimentos. En España, la se quía en la campaña agraria de 1994-1995 está forzando a un cambio de cultivos en la mitad sur de España, pudiendo afectar a 1,7 millones de hectáreas utilizadas para la producción de regadío, y está convirtiendo al problema del agua en uno de los más graves con el que se enfrenta el con junto de la sociedad española.
Simular el futuro.
¿Qué puede pasar con la producción mundial de alimentos si se produce un calentamiento global? Está claro que son necesarias. crecientes cantidades de alimentos para mantener una población mundial en aumento (que puede duplicarse a mediados del próximo siglo). Si cómo conseguir esto en las condiciones climáticas actuales es un reto para la agricultura en muchas regiones, la perspectiva del cmabio climático supone un reto adicional. La evaluación de las posibles consecuencias del ese cambio se basa en simulaciones. por ordenador que integran modelos- de clima con modelos de rendimiento de cultivos y modelos socioeconómicos. El efecto del incremento del CO2 atmosférico en los cultivos de una región en particular puede resultar positivo o negativo, dependiendo de las condiciones de clima, de las características de los cultivos actuales y de los cambios potenciales. Investigaciones recientes recopiladas por el IPCC ponen de manifiesto grandes diferencias regionales en los efectos del cambio climático. En áreas de latitud alta, un incremento de temperaturas favorece la producción, puesto que en el clima actual los cultivos están limitados por las bajas temperaturas de primavera y el corto periodo de cultivo libre de heladas. Pero en la mayoría de las regiones un incremento en las temperaturas actuales ejerce una presión. negativa en el rendimiento del cultivo acelerando su desarrollo y, por tanto, dejando menos tiempo para que se llene el grano. En algunas regiones del sur, la presión por estrés hídrico es tan grande que se simulan disminuciones del rendimiento de los cultivos de hasta un 50%.A pesar de que este tipo de estudios pretende ser realista y considera posibles adaptaciones de la agricultura en el futuro y proyecta un aumento del desarrollo tecnológico, muchas incertidumbres críticas se mantienen. Las regulaciones políticas, el coste y la disponibilidad de agua y las barreras técnicas, económicas y sociales que se puedan presentar en el futuro son imposibles de evaluar. Es más, las medidas de adaptación para la obtención de rendimientos más elevados no necesariamente llevan a un resultado en sostenibilidad de la agricultura (por ejemplo, el regadío causa salinización de la tierra y degradación y conlleva en un futuro la disminución del rendimiento de los cultivos).
¿Cuáles son las consecuencias económicas y sociales? Si los rendimientos de cultivos simulados en condiciones de cambio climático se introducen en un modelo de mercado mundial de alimentos, se estima sólo una pequeña disminución en la producción global. Sin embargo, se incrementan las disparidades de producción entre los países más y menos desarrollados: mientras que la producción en los países más desarrollados se beneficia del cambio climático, la producción en los países menos desarrollados disminuye. Las simulaciones también estiman un aumento de los precios de los cereales (alimento básico de la mayoría de la población mundial) y, por tanto, un aumento de la población con riesgo de sufrir hambre (definida, según la ONU, como la población con recursos insuficientes para producir o comprar sus propios alimentos). Así, mientras que algunos países en las zonas templadas pueden tener beneficios -relacionados con el cambio climático, muchos países en las regiones tropicales y subtropicales parecen ser más vulnerables a las consecuencias del cambio climático, lo que puede implicar una mayor disparidad entre los países más y menos desarrollados.
Incertidumbres.
En el fondo de la cuestión, el debate acerca del cambio climático comparte todas las características que por definición tienen los debates de simulación del futuro: está dominado por incertidumbres. Pero los científicos están de acuerdo en que los efectos del aumento del C02 Y del cambio climático no son impredecibles. Las incertidumbres no favorecen una argumentación en contra de los trabajos realizados, sino indican que es necesaria más investigación. Si las emisiones de C02 no se controlan, el saber los beneficios y las desventajas de respuestas alternativas al calentamiento global es crucial, incluso si están lejos de la perfección.
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