Pacientes, no criminales
La nueva política de drogas en Holanda concederá más atención y ayuda al toxicómano, pero endurecerá su postura liberal en el campo de las drogas blandas para evitar el fenómeno del narcoturismo, según anunció el Gobierno a últimas horas del viernes. El Gabinete tiene previsto comenzar un nuevo proyecto con distribución gratuita de heroína.
Aunque los detalles deberán ser ultimados en la ley que tiene que aprobar el Parlamento, se cuenta con la aceptación generalizada de una prueba piloto para un máximo de 50 adictos graves con poca posibilidad de rehabilitación. Se prevé también la creación de centros gratuitos de asistencia y desintoxicación sobre la base de los ya existentes para vagabundos de "sólo una oportunidad".
Las ayudas se impartirán a los adictos censados y bajo control de los servicios municipales de salud.
Esta política en materia de drogas duras se mantiene en la línea sostenida por Holanda, que persigue con métodos liberales minimizar el impacto del abuso en la sociedad.
La postura que trata al adicto como enfermo y no como criminal ha logrado mantener el número de toxicómanos por debajo de la media de Europa, la elevado la edad de enganchados a la heroína a los 30 años y reducido de forma importante el número de adictos menores de 21.
