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CONFERENCIA MUNDIAL DE LA MUJER

Acuerdo en Pekín en los puntos más conflictivos sobre anticonceptivos, aborto y violaciones

Optimismo en la Cumbre de la Mujer por los avances logrados hacia la igualdad

Gabriela Cañas

"A partir de esta conferencia, la imagen de la mujer ha cambiado radicalmente. Porque ahora estamos desempeñando un papel activo en el mundo". Gertrude Mongella, la secretaria general de esta IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, no podía disimular ayer su alegría y su optimismo ante los grandes avances que se están haciendo en el documento de Pekín. A la espera todavía de la ratificación definitiva, los 181 países parecen estar de acuerdo en los puntos más conflictivos, como el aborto, el uso de los anticonceptivos y la penalización de las violaciones en los conflictos armados.

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El Vaticano, que suele arrastrar a varios países latinoamericanos, confirmó ayer que no se opondrá a la parte del documento que recomienda la revisión de las leyes que prevén medidas punitivas contra las mujeres que han tenido abortos ilegales. El buen entendimiento, después de un par de duros enfrentamientos con la Unión Europea, se ha instalado en esta conferencia gracias a las cesiones realizadas por las partes.A cambio de esa concesión del Vaticano, la UE y los países desarrollados que la apoyaban han introducido una mención específica, ya aprobada en El Cairo, de que el aborto no se admita nunca corno una forma de planificación familiar ni que la recomendación aludida sea una imposición a los Gobiernos.

Con esas prevenciones, el portavoz permanente vaticano, Joaquín Navarro Valls, decía ayer que "no se puede añadir a la trágica situación que vive una mujer que ha tenido que abortar el castigo penal, porque es duplicar su tragedia".

El Grupo 77 y China, que en realidad comprende a un nutrido equipo de 132 países en desarrollo, se ha resistido hasta el último momento, junto con el Vaticano, a admitir en el documento la referencia a "varias formas de familia" pero también en este caso, y según informó ayer la portavoz de la UE Cristina Alberdi, se ha aceptado esa fórmula. A cambio, y en apoyo a la familia tradicional, se mantienen referencias a la importancia crucial que las mujeres desempeñan en la familia, aunque se hace la recomendación de que la maternidad no sea utilizada como base de discriminación, y se añade al "significado social de la maternidad" el papel de "los padres en la familia" y la necesidad del "reparto de responsabilidades de los padres, la mujer y el hombre y la sociedad"

Planificación ecológica

En este constante intercambio de concesiones, los negociadores han optado, finalmente, por especificar en el documento que además de los métodos anticonceptivos artificiales, es seguro y aceptable el de "la planificación natural de la familia", como pedía el Vaticano bajo el nuevo cuño de "planificación etologica".La UE ha tenido que dejar en el camino su voluntad de incluir el concepto de "derechos sexuales", ya que la resistencia de Sudán, Yemen, Irán y, nuevamente, el Vaticano ha sido inflexible al respecto. Navarro Valls comentaba ayer que aquí no hay que venir a definir nuevos derechos, sino a implementar los ya existentes. Cristina Alberdi aseguraba que no se trataba de incluir un nuevo derecho, sino un concepto, pero que, en cualquier caso, se ha preferido retirar el término, ya que se considera que la mención a los derechos humanos de la mujer incluye ese concepto del derecho a controlar y decidir libremente sobre la salud sexual y reproductiva, que viene a ser lo mismo.

Ayer se conocieron también algunas novedades, respecto a los recursos financieros para promover las políticas de igualdad y sobre la buscada penalización internacional a las violaciones en conflictos armados. Los países desarrollados no han querido aumentar sus aportaciones al desarrollo, por lo que el principio de acuerdo adoptado aquí ha sido el de intentar que una parte importante de las ayudas vaya a parar a programas sobre mujer y, además, a introducir las aportaciones privadas. En cuanto a las violaciones como arma de guerra, se ha llegado a una imprecisa formulación de que "pueden ser consideradas como crímenes de guerra".

Entre las disquisiones semánticas aún sin resolver hay aquí en Pekín un debate llamativo sobre la participación activa de la mujer en la toma de decisiones. La Unión Europea ha renunciado a utilizar la palabra "paridad" porque algunos países nórdicos no hallan una traducción adecuada. Se ha optado por la definición de "'participación equilibrada en la toma de decisiones", que sigue siendo una bandera de la UE en este foro. También se habla de utilizar la palabra igualdad o equidad y, según comentaba ayer Cristina Alberdi, el debate no es baladí. "Para Irán, por ejemplo, la discriminación por razón de sexo puede ser, sin embargo, equitativa".

Los avances conseguidos hasta el día de ayer son una muestra, según la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez del PP, que ha venido como presidenta de la Federación de Mujeres para la Democracia, de que "algunas delegaciones estaban muy equivocadas con respecto a las organizaciones religiosas o políticas que no llevan el apellido de izquierdas". "Se les han roto", añadió, "los esquemas al ver que detrás hay gente dialogante que, por encima de las ideologías, tiene puntos de partida muy distintos, mucho más modernos".

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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