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Los zapatistas tantean su intervención en el diálogo nacional mexicano

Las conversaciones de paz entre el Gobierno de México y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), la guerrilla surgida en el Estado de Chiapas, se han convertido en una ceremonia de la confusión. A pesar de las profusas declaraciones de la delegación zapatista y de la comisión mediadora de legisladores mexicanos poco se ha avanzado en contenidos concretos: las formas en que se van a discutir los temas de política nacional y los problemas regionales continúan siendo el eje de los debates. Los zapatistas, no obstante, han decidido discutir su posible participación en el diálogo nacional.

Uno de los puntos que ha sembrado el desconcierto fue la propuesta hecha hace días por la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), instancia de apoyo al diálogo formada por legisladores de todos los partidos políticos, para que el EZLN hiciera llegar sus planteamientos al debate nacional sobre la reforma política que se sigue en el Congreso. Al presidente mexicano, Ernesto Zedillo, la idea le pareció oportuna. Y es que la propuesta es muy hábil: hasta ahora, el diálogo de paz en Chiapas, que comenzó, el pasado abril, se ha visto obstaculizado por las pretensiones de la cúpula zapatista de discutir en primer lugar la reforma política nacional frente a los deseos del Gobierno de centrar las conversaciones en los problemas indígenas, que supuestamente están en el fondo del alzamiento armado de enero de 1994.

Con el plan de la Cocopa se abriría un cauce institucional a los deseos zapatistas y se permitiría que las negociaciones que se están celebrando en San Andrés Larráinzar (Chiapas) se centraran en los problemas indígenas.

Pautas claras

Sin embargo, la propuesta de la Cocopa no supone, como varios medios han dado a entender, que el subcomandante Marcos, el líder de la guerrilla, vaya a reunirse con el presidente Zedillo con el pasamontañas puesto. Las pautas están claras: el Congreso está recabando las opiniones sobre reforma política de diversos grupos sociales, y escuchará también las posturas del EZLN que le harán llegar los legisladores de la Cocopa.El jueves pasado por la noche, los representantes zapatistas en Larráinzar acogieron favorablemente la propuesta y se comprometieron a llevarla a conocimiento de sus dirigentes. Queda ahora por ver si, tal y como está planteada, colma las aspiraciones del subcomandante Marcos. Resulta difícil imaginar que el EZLN se conforme con una simple consulta en medio de una constelación de grupos, cuando hasta hace poco había pedido la renuncia del presidente mexicano y la constitución de un Gobierno de transición nacional.

Mientras tanto, la delegación gubernamental, que ha hecho un pacto de silencio para no "incrementar la confusión", ha asegurado que no se levantará de esta sexta ronda de diálogo hasta no haber fijado la fecha de constitución de una mesa de trabajo sobre derechos indígenas. Los zapatistas, dicen, no tienen ya pretextos para negarse a entrar a fondo a los temas que dieron origen a la insurgencia.

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