La UE se propone aumentar las ayudas al Mediterráneo a un billón de pesetas

Las ayudas de la Unión Europea (UE) al desarrollo de la cuenca sur mediterránea rozarán el billón de pesetas de aquí a 1999. La presidencia española se propone completar el paquete de subvenciones aprobado en la cumbre de Cannes (750.000 millones de pesetas) con un incremento de los créditos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para alcanzar en conjunto el billón de pesetas.Esta propuesta, que debe pasar por el cedazo de los ministros de Economía, redondeará la Conferencia Euromediterránea de Barcelona, cuyo desarrollo será hoy discutido en Santander por los ministros de Exteriores de los Quince. La propuesta de la presidencia española consiste en casi doblar la capacidad de préstamo de la UE hasta 4.512 millones de ecus (unos 720.000 millones de pesetas), mediante unas pequeñas variaciones técnicas de su normativa actual.

Se trata de aumentar las dotaciones del BEI, disminuyendo la actual tasa de garantía desde el 100% al 75% y reduciendo el ritmo de constitución del fondo de garantía por la vía de pasar del 15% al 10% el coeficiente de provisiones anuales, algo que parece asumible dada "la extraordinaria salud" del banco. De esta forma, y conservando las proporciones de Cannes entre países del Este y países mediterráneos, estos últimos podrían beneficiarse directamente de 1.112 millones de ecus (cerca de 180.000 millones de pesetas), de los 3.112 que se reparten entre distintas áreas: Africa del Sur, América Latina y Asia, además de las dos citadas, que son las prioritarias.

Créditos Euratom

Simultáneamente, y mediante las rnismas variaciones técnicas, se doblaría hasta 3.312 millones de ecus la línea de créditos Euratoni -para cuestiones energéticas- y se estabilizarían en 700 millones de ecus los préstamos a las balanzas exteriores de terceros países, quintuplicándose el margen de maniobra hasta 250 millones. Total, incluyendo las cuotas de garantía, 4.512 millones. La cuenca sur podría incluso rebasar el billón de pesetas de ayudas por todos los conceptos: 750.000 millones de pesetas de subvenciones, 180.000 de créditos del BEI, y una parte variable de los préstamos energéticos y de ayuda a las balanzas de pagos.

Esta propuesta española se basa en un trabajo de la Comisión en el que el comisario Hans van den Broek advierte que si no se rebajan ligeramente los niveles de garantía y reservas sobre la capacidad de préstamo de Bruselas -que son crecientes para los próximos años- y se mantiene el mismo flujo de concesión de créditos que hoy, la cantidad realmente otorgable a terceros países disminuiría.

Políticamente, la propuesta debe redondear el impulso a la nueva política mediterránea dado por los Quince a la cumbre de Cannes. Y aunque su aprobación formal corresponderá a los ministros de Economía y Finanzas, hoy mismo formará parte de la agenda de sus homólogos de Exteriores, en un Consejo informal que se celebra en Santander. Estos discutirán sobre la Conferencia de Barcelona del 27 y 28 de noviembre.

Tras las rondas bilaterales y el primer encuentro Quince más doce, mantenido por la troika comunitaria con los 12 países asociados, se ha llegado a la conclusión de que la conferencia debe centrarse en la cooperación económica (zona de libre cambio, normas de competencia y reglas de origen, cooperación tecnológica, transporte y agricultura, entre otros asuntos concretos, además de la asistencia financiera) y en el "ámbito humano y social": educación, migraciones, droga, racismo, cooperación judicial, etcétera.

El capítulo de seguridad, que en principio debía llevarse la parte del león, verá, por el contrario, disminuida su importancia.