Saavedra apoya la construcción del gran telescopio en Canarias

El proyecto de construcción de un telescopio gigante español para Canarias, ha recibido el apoyo del Ministro de Educación y Ciencia, Jerónimo Saavedra, quien ha anunciado la puesta en marcha de los mecanismos de decisión imprescindibles para que el Estado y la Comunidad Autónoma Canaria acuerden la luz verde de esa instalación astronómica. Sería uno de la docena de telescopios de espejo de ocho o diez metros de diámetro que estarán en funcionamiento en el mundo en el 2000.Aunque los astrónomos españoles y muchos extranjeros han dado ya su apoyo al proyecto y los impulsores del mismo, el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), han desarrollado una intensa actividad en torno al mismo, el telescopio estaba estancado, hasta ahora, pendiente de la decisión de las autoridades estatales responsables de aprobarlo. "Es el primer proyecto de gran ciencia liderado por España, ubicado en su territorio y pensado con claros objetivos estratégicos nacionales", comentó Francisco Sánchez, director del IAC.

El Consejo Rector del IAC, presidido por Saavedra el pasado lunes, aprobó el estudio de viabilidad del Gran Telescopio de Canarias (GTC) con sus especificaciones técnicas. El ministro y el presidente del Gobierno Canario, Manuel Hermoso, acordaron poner inmediatamente en marcha un grupo negociador que establezca el marco jurídico de la empresa constructora del GTC. También se ha formado un equipo con astrónomos españoles, franceses y alemanes para estudiar la participación en el proyecto español.

El siguiente paso es que se pronuncie respecto al GTC la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnologia, y Saavedra anunció que el tema se abordará en su próxima reunión.

El GTC costaría unos 11.000 millones de pesetas y en su construcción se considera prioritario el protagonismo de la industria española. Sólo hay hasta ahora en el mundo un telescopio de estas características, en Hawai. El IAC defiende que la instalación de uno de estos instrumentos gigantes es imprescindible para que el observatorio de la isla de La Palma se mantenga en la primera categoría mundial, y para reforzar el avance de la astronomía española.