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CONFERENCIA MUNDIAL DE LA MUJER

Las ONG afrontan las multiples dificultades con una actividad frenética y organizada

El aparato policial chino comienza a relajarse con el foro de Huerú

Gabriela Cañas

Parecen haberse crecido ante las dificultades. Las organizaciones no gubernamentales (ONG), dados los obstáculos que tienen que sortear, han logrado asentar una red organizativa para enterarse de lo que pasa y para hacer oír su voz, lo que tiene mérito, habida cuenta de la elevada asistencia de estas organizaciones (más de 3.000), que han conseguido hacer de esta Conferencia de la Mujer la más grande de las realizadas hasta ahora, con la participación de 41.000 personas, según la última estimación de la ONU.

Quizá las imágenes que transmiten las cámaras de televisión o gráficas es una impresión más bien festiva de las organizaciones no gubernamentales, pero detrás hay fundamentalmente una actividad frenética de trabajo organizado.La vitalidad y el empuje de estas organizaciones empezaron ayer al dar resultados palpables incluso en la conferencia oficial, donde trabajan las delegaciones oficiales y donde se suceden los discursos de los que gobiernan. Por fin su voz entró ayer en los salones oficiales a través de la revista alternativa Forum'95, que titulaba a toda plana '¿Retórica o revolución?' la noticia de la apertura oficial de la conferencia. Pero el logro más importante ha sido el de poder asistir como observadores a todas las reuniones oficiales y, como consecuencia de ello, empezar a moverse con más libertad, lo que ha beneficiado enormemente a la prensa. En general, todo el aparato policial establecido por el país anfitrión ha empezado a relajarse. La policia ha dejado de espiar y fotografiar a las parejas de lesbianas y los registros de la entrada en la conferencia oficial, con rayos-X incluidos en ocasiones, son cada vez más rutinarios.

Estos pequeños avances son valorados muy positivamente por las organizaciones, que siguen sufriendo, ya sin solución, el exilio de Huerú y las dificultades de comunicación. "No se están haciendo las traducciones de los documentos a ningún idioma oficial. Todos son en inglés", dice Charo Martínez, de la cóordinadora española de las ONG. "La ONU está pensando en enviarlos por fax a Nueva York, para que desde allí los devuelvan traducidos. Eso significa que los que no usan el inglés verán todo con 24 horas de retraso, lo que nos impide presionar, porque todos los acuerdos ya estarán hechos".

Una de las ideas que están lanzando las ONG y que la UE ve con buenos ojos es la de contemplar en las ayudas al desarrollo un porcentaje del 50% destinado a programas específicos sobre la mujer o a organizaciones que trabajan por ella. La idea está todavía elaborándose. Una segunda propuesta, entre las muchas que las ONG contemplan, es la de que los Gobiernos acepten el compromiso de cuantificar el trabajo no remunerado de las mujeres, pero que no incluyan dicha valoración en el PIB, de manera que no se distorsionen las estadísticas económicas.

Pero una de las reivindicaciones por las que más están luchando es por conseguir que Ias violaciones, utilizadas como arma de guerra en los conflictos, sean consideradas crímenes de guerra. Con esta reivindicación, las ONG buscan el compromiso internacional y la posibilidad de que las víctimas sean después indemnizadas. En la noche, del lunes, precisamente, un centenar de miembros de las llamadas "mujeres de negro", que denuncian las violaciones cometidas en la guerra de la ex Yugoslavia, realizaron fuera del foro la primera manifestación callejera permitida por la policía. Fue una silenciosa marcha con antorchas.

Pero la actividad frenética se refleja esencialmente en esas 5.000 actividades que, según recuento propio, tiene previsto realizar el foro de Huerú en los 10 días que dura su reunión. Hay conferencias y actos culturales pero la mayoría de los actos son debates sobre derechos reproductivos, migraciones, agricultura sostenible o refugiados.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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