La OTAN reanuda los bombardeos en Bosnia

La OTAN no entró en el juego del general Ratko Mladic, jefe militar de los serbobosnios, y bombardeó ayer posiciones militares de su ejército cerca de Pale, Tuzla y Gorazde. Por la noche, el secretario general de la otan, Willy Claes, rechazó de plano una petición de Mladic para iniciar una negociación política sobre las condiciones del ultimátum occidental: "En buen ruso, y creo que [Mlaudic] entiende muy bien el ruso, la respuesta es níet [no] " esta vez, a diferencia de los. ataques de la semana pasada, la otan abre el abanico de blancos a "todas las posiciones militares serbobosnias

Un número no determinado de cazabombarderos procedentes de la base italiana de Avíano y del portaaviones estadounidense Theodore Roosevelt, en el Adriático, tomaron parte ayer en los ataques, que se centraron en la periferia de Sarajevo, en los alrededores de Pale, capital de los ultranacionalistas serbios, y en el barrio de Lukavica de la capital bosnia, donde está el cuartel general serbio de Sarajevo. Los aviones de la Alianza Atlántica alcanzaron también una vital torre de telecomunicaciones, cerca de Tuzla, en el norte de Bosnia, que controla las comunicaciones telefónicas y de televisión entre Pale y el mundo exterior.Poco después, a última hora de la tarde, la artillería serbobosnia que aún se halla apostada, dentro del radio de exclusión de los 20 kilómetros de Sarajevo disparó 10 granadas de mortero contra el centro de la ciudad, causando heridas a tres personas, una de ellas, un niño que perdió su pierna. No se pudo confirmar la existencia de dos muertos.

La artillería de la Fuerza de Reacción Rápida (FRR), desplegada en el monte Igman, al sur de Sarajevo, respondió de inmediato al ataque serbobosnio con cuatro disparos de un cañón de155 milímetros sobre posiciones. serbias en Hotonj y Zetra, al norte, según confirmó el teniente coronel francés Pierre Briere.

El comunicado emitido por el comando sur de la OTAN, con sede en Nápoles, justificó los nuevos bombardeos Por la falta de cumplimiento del ultimátum occidental por los serbobosnios.Las cuatro condiciones de la OTAN son: retirada de las armas pesadas a 20 kilómetros del centro de Sarajevo; libertad de momvimientos de la ONU en tomo a' la capital Bosnia y Gorazde; reapertura del aeropuerto, de Sarajevo y garantía de que no habrá ataques contra las zonas seguras.

"Se han limitado a mover algunas [piezas] en círculo para confundir a los aviones de observación", dijo ayer el capitán Jim Mitchell, portavoz de la Alianza. Atlántica, en Nápoles, sede del comando sur, responsable, junto al jefe militar de la ONU en Zagreb , general Bernard Janvier, de los ataques sobre posiciones serbias en Bosnia.La-Alianza Atlántica no tiene previsto poner fin a los ataques, que proseguirán hoy con bastante seguridad. Fuentes de la organización en Bruselas aseguraban anoche que éstos no cesarán hasta que los serbios cumplan con el el contenido del ultimátum, incluso podrían proseguir durante las negociaciones previstas en Ginebra.

Ataque sin rodeos

A diferencia del Ataque-anterior, ésta vez la OTAN habla de ataques "contra todas las posiciones militares", sin limitarse por ello a bombardear nudos de comunicaciones, radares o piezas antiaéreas, como sucedió el 30 y 31 de agosto y 1 de septiembre. Ése, "todos los objetivos militares" amplía, en teoría, el número de blancos de los aviones de la OTAN a carros de combate, cuarteles, puentes, etcétera. Todo objetivo que se considere de uso militar.

En la primera oleada de bombardeos, los aviones de la Alianza efectuaron más de mil salidas y atacaron 24 objetivos, que el mando de la OTAN calificó de "limitados".El jefe militar de los serbios rebeldes, general MIadic, advirtió ayer a Naciones Unidas que sus tropas responderán, a cualquier nuevo ataque aliado. Mladic dijo que los aviones de la OTAN habían alcanzado blancos militares Y de comunicaciones, pero también civiles. "Cuanto más nos bombardean más fuertes nos hacen", dijo desafiante el general serbio. MIadic niega que sus fuerzas fueran responsables de la matanza, el 28 de agosto, de 37 personas en un mercado de Sarajevo, detonador de los ataques de la OTAN.