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Aplazada sin fecha la cumbre de Major y Bruton sobre el Uster

Las dificultades de Londres y Dublín para llegar a un acuerdo sobre el contenido de la cumbre sobre el Ulster, prevista para hoy, quedaron reflejadas ayer en la confusión originada sobre su propia celebración. El primer ministro irlandés, John Bruton, anunció anoche el aplazamiento sin fecha de esta cumbre en tanto se resuelven algunos de los obstáculos preliminares. Su colega británico, John Major, por su parte, accedió a este retraso para salvar las "notables diferencias" que subsisten entre ambos Gobiernos.

La incertidumbre sobre la celebración de la cumbre a lo largo de todo el día de ayer y su aplazamiento de última hora refleja la distancia que existe aún entre Londres y Dublín sobre el mejor modo de salvar el punto muerto en el que se encuentra actualmente el proceso de paz del Ulster.Un bloqueo provocado por la firmeza de Londres al exigir que el Ejército Republicano Irlandés (IRA) entregue las armas como paso previo al inicio de conversaciones con todos los partidos políticos -incluido el Sinn Fein- y la decisión del IRA de no hacer tal cosa, mientras las conversaciones de paz no vayan adelante.

Ejemplo de esta confusión fue, en un primer momento, la nota difundida, en la tarde de ayer, por el Ministerio de Irlanda del Norte en la que se anunciaba el aplazamiento de la cumbre a petición de Dublín. Esta declaración británica fue desmentida minutos después por el Gobierno irlandés, aduciendo que no existía impedimento alguno para la celebración del encuentro. Sin embargo, el propio John Bruton confirmó el aplazamiento varias horas después. En cuanto a la fecha posible de la celebración de la nueva reunión, fuentes irlandesas apuntaban anoche que podría tener lugar a finales de este mes.

Major y Bruton mantuvieron durante el día de ayer una larga conversación telefónica en un intento de última hora, que resultó fallido, de clarificar la estrategia de ambos Gobiernos con vistas a las resoluciones de la propia cumbre. Con el presidente norteamericano, Bill Clinton, "pisándoles los talones" -la visita del mandatario, que se presume trascendental para Irlanda del Norte, está prevista para finales de noviembre- ni Major ni Bruton pueden permitirse un fracaso, por lo que para prevenirlo optaron ayer por un aplazamiento.

El lunes, el ministro para Irlanda del Norte, Patrick Mayhew, había preparado el terreno para la entrevista de Chequers, residencia de campo de Major, con una larga sesión de trabajo que le llevó a Dublín primero, donde mantuvo un encuentro con el ministro irlandés de Exteriores, Dick Spring, y de nuevo a Belfast, donde se entrevistó con el líder del Sinn Fein -partido que representa al IRA-, Gerry Adams. Sin embargo, Adams se declaró "decepcionado" al término del encuentro al no haber encontrado oídos propicios para una iniciativa presentada a Mayhew.

Comisión internacional

Tampoco los intentos de Dublín de encontrar una salida al contencioso armas-diálogo, mediante la elección de una comisión internacional sobre este aspecto y el inicio de conversaciones a tres bandas -representantes de los Gobiernos de Londres y Dublín y los partidos políticos del Ulster, incluido el Sinn Fein- parecían haber obtenido ayer las bendiciones requeridas.Adams urgió el lunes al Gobierno británico a "abandonar el juego" y ponerse seriamente a dialogar. Sin embargo, la complicada partida de ajedrez semántico continúa sin que nadie consiga dar con la fórmula justa que acerque, siquiera un milímetro, las posiciones enfrentadas del Sinn Fein y del Gobierno de Londres.

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