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52º FESTIVAL DE VENECIA

Spike Lee: "Los filmes de buenos y malos están pasados de moda"

Spike Lee aparece más relajado en esta edición de Venecia y jura que es porque su recién estrenada paternidad le sienta muy bien. Conocido por su militancia afroamericana en películas como Haz lo que debas, Mo'better blues o Malcolm X, el director no sólo intenta combatir contra los clichés racistas: "Creo, que las películas de buenos y malos están pasadas de moda. La gente quiere situaciones morales más complejas. Los personajes hoy combinan sus defectos y virtudes, sus lados positivos y negativos, sin los esquematismos y los estereotipos a que se había acostumbrado el público".

"En mis películas trato de representar a la comunidad negra norteamericana. Pero eso no significa que sólo sean interesantes para sus miembros", añade Spike Lee. "No soy italiano; sin embargo, mi película favorita es El ladrón de bicicletas y mi director predilecto Federico Fellini. También soy un apasionado de Akira Kurosawa, aunque yo no sea japonés. Creo que existen unos valores universales en obras de arte que en principio parecen muy nacionales. Quiero que los europeos aprendan a ver estos valores en mi filmografía. No hay que formar parte de una comunidad para poder llegar a entenderla".Spike Lee no se ha perdido esta Mostra que le permite presentar su Clockers y, al mismo tiempo, preparar el terreno para Sex girIs, una dura parábola urbana sobre el teléfono sexual, con contribuciones del calibre de John Turturro, Quentin Tarantino y Madonna. "La trama narra los avatares de una joven actriz neoyorquina que desembarca en Los Ángeles para convertirse en una estrella de cine. Su gran ambición la lleva a engancharse al teléfono erótico, del que obtiene enormes ingresos. Y al final desarrolla una sorprendente adicción a este trabajo". "La protagonista será Teresa Randall y la música" promete Spike Lee, "esta vez no será rap, sino algo más suave, al estilo Prince".

En un principio, Clockers era un proyecto de Martin Scorsese, cuyo protagonista iba a ser Robert de Niro. Pero ambos decidieron en el último momento cederle el proyecto a Spike Lee, quien era el indicado por "Ia urgencia social y el ritmo palpable con el que cuentan sus películas". Lee transformó lo que inicialmente era para Scorsese una trama policial en una historia con trasfondo sociológico un grito de esperanza emitido desde el gueto negro."Lo que me sedujo de este guión no fue el contexto social en el que se desarrolla, sino el drama del personaje, que es contradictorio", dice. "Un joven traficante negro, procedente de una familia sólida y con principios, muy común en estos guetos a pesar de la imagen negativa que tienen debido a que los medios sólo entran en ellos cuando hay un crimen. En esa misma familia hay dos hermanos, una oveja negra y una blanca, el narcotraficante y un honrado padre de familia. Y es que en el gueto el factor humano también pesa. Si no, ¿cómo es posible que dos personajes tan opuestos hayan crecido en el mismo hogar, el mismo barrio y la misma comunidad negra?".

Spike Lee volvió a asegurar que, no está interesado en la política activa: "Cuando vengo a Europa, la gente me interroga como si yo fuera el portavoz de 33 millones de negros norteamericanos. Yo sólo expreso en mis obras mi opinión personal. Son ustedes los que deberían tomar partido sobre la realidad que vivimos en Estados Unidos, sin limitarse únicamente a las violentas imágenes de drogados, tiroteos y rateros que les llegan a través de la pantalla. Las películas no pueden cambiar el mundo, pero sí modificar la imagen que tenemos de él".

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