La Ley de Propiedad Intelectual se adaptará las normas comunitarias

Las cada vez más usadas autopistas de la comunicación son una amenaza en aumento contra la defensa de los derechos de autor, ya que afectan al uso indiscriminado de todo tipo de textos o imágenes. La ministra de Cultura, Cármen Alborch, que inauguró ayer el seminario ¿Hacia un nuevo derecho de propiedad intelectual? La repercusión de las nuevas tecnologías, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, anunció que su departamento está preparando un texto refundido que agrupará la actual Ley de Propiedad Intelectual y las varias leyes relacionadas que se han ido promulgando para adaptar la legislación a las directivas europeas.El anteproyecto para este texto refundido será elevado al Consejo de Estado en diciembre, tras escuchar las sugerencias y alegaciones de los expertos, de la Sociedad General de Autores y de las otras entidades de gestión de derechos de autor. Según el calendario previsto por la ministra, el proyecto de ley debería alcanzar el Parlamento para la primavera próxima.

El texto refundido incluirá la Ley de Protección Jurídica de programas de ordenador y la que regula los derechos de alquiler y préstamo de la propiedad intelectual, promulgadas en 1993 y 1994, respectivamente. También absorberá dos nuevas adaptaciones de directivas comunitarias, actualmente en fase de proyecto de ley, referidas a radiodifusión por satélite y cable, y a la armonización de la duración de los derechos de autor y los derechos afines. Según Alborch, también será la ocasión de "esclarecer y revisar algunos aspectos conflictivos" de la actual Ley de Propiedad Intelectual, e incluso de considerar la regulación de los derechos de autor de guionistas y periodistas.

Por otro lado, Alborch está tratando de llegar un acuerdo con los herederos de Picasso para "una compra o donación" de varias obras del pintor, que vendrían a engrosar los fondos del Centro Reina Sofía y del Museo Picasso de Barcelona. Respecto a la conservación del patrimonio eclesiástico, Alborch señaló que, salvo en casos de urgencia, su ministerio no intervendrá mientras no se elaboren los "planes directores", consistentes en un diagnóstico de los problemas de cada monumento.