Gutiérrez Alea parodia la burocracia cubana

A través de un burócrata que inventa un plan estatal absurdo para trasladar cadáveres a lo largo de Cuba cambiándolos de furgón entre provincia y provincia, el director Tomás Gutiérrez Alea se burla de la burocracia en Guantanamera, su última película, Gutiérrez Alea defiende un proceso democratizador en la isla "desde dentro", y una liberalización económica mucho mayor. La película, que se estrena el viernes en España y concursará en el Festival de, Cine de Venecia, que cómienza mañana, está interpretada por Jorge Perugorría y Mirtha Ibarra, mujer de Gutiérrez Alea.

La anécdota en la que Gutiérrez Alea y el codirector Juan Carlos Tabío se basaron para escribir el guión fue una noticia periodística sobre cómo iban a organizarse "los entierros que atravesaban distancias largas y distintas provincias, y el relevo de coches fúnebres" cuenta el director, "lo cual nos pareció muy insólito, porque en definitiva con ese relevo no ahorras nada de gasolina, sino que lo único que haces es complicar la operación, crear más problemas, y eso se daba como solución. Nos pareció tan absurdo que de ahí surgió todo".Carlos Cruz interpreta al simbólico burócrata inventor del plan, quien, acompañado de su mujer, debe seguir el furgón mortuorio de su tía, con las complicaciones que se crean en los cambios de coche entre provincia y provincia. "Y, por supuesto, el centro del problema era un cadáver que había que llevar de un lugar a otro", dice Gutiérrez. Alea refiriéndose al ambiente cómico-fúnebre de la película. "Estaba ahí la muerte implícita. Una de las historias tiene que ver con una mujer que muere por amor y con su enamorado que acompaña al ' cadáver durante el viaje, lo cual nos obligaba a una reflexión sobre la muerte".Situación cubanaOtra de las intenciones de la película era la de revelar un poco la situación en Cuba. "Lo que estamos mostrando es a un funcionario de nivel medio con todos los vicios de la burocracia exacerbados por su personalidad producto de una situación, de un sistema, que necesita de la burocracia para funcionar y donde la burocracia, evidentemente, es un freno para el desarrollo del país", explica el cineasta. "0 sea que ahí está la contradicción y el absurdo en el que estamos viviendo" *

Gutiérrez Alea, uno de los pocos artistas 'internacionalmente conocidos que han desarrollado su trabajo en el interior de la dictadura cubana, no se atreve a conjeturar cómo será el fin del régimen ni qué papel tendrán en el futuro los huidos a Miami. "Yo no sé si esta -gente va a volver ni cómo va a terminar el castrismo", dice. "No sé lo que va a pasar pero yo espero que haya un proceso de democratización, de liberalización mucho mayor. Lo que ocurre es que el proceso es muy peligroso, y el ejemplo lo vemos con lo que ha sucedido en la Unión Soviética y en' otros países, en Yugoslavia no digamos. Liberalizar de golpe puede fácilmente crear un caos, lo cual sí propiciaría una intervención de los Estados Unidos. Yo creo que el proceso se puede llevar desde dentro, que sería Io ideal, pacíficamente y paso a paso" '.

Un Gutiérrez Alca muy fatigado, que ayer viajó de Cuba a España para el estreno de la película, se resigna a las preguntas sobre política, cuando lo que prefiere es hablar de cine. En su opinio se podían haber tomado medidas en Cuba. Se ha ido demasiado lejos en esta dependencia del bloque socialista". Y respecto a cómo quedaba la isla ,ayer, afirma: "Hay la misma crisis, la misma situación incómoda, pero con una serie de síntomas de cambio que hay que saber interpretar, y yo no soy un especialista. Pero, por ejemplo, se han legalizado lo que llaman paladares, pequeños restaurantes que pueden funcionar por cuenta propia. Y muchas otras actividades también se han legalizado; Hace algunos meses, cuando hicimos Fresa y chocolate, citaba que mi salario equivalía a cinco dólares mensuales, porque el cambio en el mercado negro estaba de cien a uno. Y en los últimos meses esto se ha atenuado y la semana pasada el dólar llegó a 15 por uno. No sé cuáles serán las consecuencias, pero me parece un síntoma interesante".

En Guantanamera, coproducción hispano-cubana que narra un viaje de Guantánamo a La Habana, Gutiérrez Alea no ha visto problemas a nivel dramático, pese a penetrar en el difícil género de las películas de carretera. "Ha sido pesado, eso sí, porque todos los días había localizaciones distintas" asegura. "Pero nos mantuvimos razonablemente dentro del plan. El fotógrafo español Hans Burmann es muy rápido y eficiente, y gracias a eso y a la efíciencia de otra gente se pudo trabajar bien".