Una soberanía en entredicho

Ayer, el portavoz de los pescadores' del Morrazo (Pontevedra), Manuel Caamaño, añadió un elemento de polémica al sugerir, como un punto más de la negociación, que la Unión Europea diese un giro de 180 grados y no reconociese la propiedad del banco canario-sahariano al Reino de Marruecos, cuya soberania está en litigio con la República Árabe Saharaui Democrática. El pasado jueves, Izquierda-Unida había pedido que se tuviese en cuenta dicha cuestión a la hora de negociar.

Y es que, en medio de toda la marejada que se ha levantado en las negociaciones pesqueras, pocas voces se han pronunciado sobre la soberanía de las aguas motivo del conflicto. Marruecos las defiende como suyas y, en estos momentos, como marroquíes figuran. Sin embargo, corresponden al área en su mayor parte- que reclama la República Árabe Saharaui Democrática (antiguo- Sahara español) y cuyo reconocimiento internacional está pendiente del referéndum que, bajo supervisión de la Naciones Unidas, debe determinar el futuro de la región: que se quede integrado en Marruecos o que se convierta en un país independiente como defiende el Frente Polisario. De ocurrir esta segunda opción, el acuerdo que se está negociando estos días en Bruselas tendría que ser revisado. El citado referéndum estaba previsto para octubre de 1992 y se ha ido postergando sin fecha, aunque existen posiblidades de que sea antes de que acabe este año.

Esta circunstancia apenas se ha tenido en cuenta por los negociadores españoles y europeos. Tampoco hay representantes del Frente Polisario presentes en las negociaciones.