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1.200 españoles con cáncer han sido tratados con un nuevo método de obtención de médula

Una simple extracción sanguínea permite mejorar el tratamiento con quimioterapia

Javier Sampedro

Cerca de 1.200 españoles con cáncer se ahorraron el año pasado una molesta punción lumbar y un penoso proceso de recuperación, gracias a una nueva técnica de transfusión de células sanguíneas, que sustituye el procedimiento tradicionalmente utilizado, en los autotrasplantes de médula ósea. La nueva técnica evita riesgos al paciente y aumenta las posibilidades de curación de los tratamientos con quimioterapia. De momento está indicada sobre todo en casos de leucemia y otras enfermedades de la sangre, pero ha mostrado también resultados muy prometedores en el tratamiento del cáncer de mama, según los especialistas reunidos esta semana en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander.

La quimioterapia -administración de fármacos que matan a las células cancerosas- es más efectiva contra los tumores cuanto mayor sea la dosis de la droga utilizada. Por encima de ciertas dosis, sin embargo, el tratamiento es muy tóxico porque los fármacos destruyen las células de la médula ósea precursoras de la sangre. Estas células son las que producen los leucocitos, plaquetas y otros elementos de la sangre, y su destrucción conduce a la muerte.Hasta ahora, la única forma de incrementar las dosis de quimioterapia sin poner en riesgo la vida del paciente consiste en administrar el tratamiento conjuntamente con un autotrasplante de médula ósea. Se trata de extraer médula del paciente, purificarla de células cancerígenas si las hay, y congelarla. Una vez terminado del tratamiento con quimioterapia, la médula previamente extraída se inyecta de nuevo al paciente para que vuelva a producir sangre.

Hasta la aparición de la nueva técnica, la extracción de la médula se realizaba -y se sigue realizando- mediante una punción lumbar realizada en quirófano. Además del riesgo que comporta, la extracción medular es un tratamiento costoso y molesto que obliga a una hospitalización de tres semanas. La nueva técnica, por el contrario, acorta el internamiento a 10 días y evita el paso por el quirófano, según han explicado en Santander Eulogio Conde, del hospital Marqués de Valdecilla de Santander, y Sergio Giralt, del Anderson Cancer Center de Houston.

La técnica consiste en provocar que las células precursoras de la sangre, denominadas células hematopoyéticas, que normalmente se encuentran en la médula, salgan al torrente circulatorio para poderlas obtener mediante una simple extracción de sangre. Ello requiere tratar al paciente durante cinco días con un factor de crecimiento llamado G-CSF (factor estimulante de la colonia granulocítica). Este factor provoca una maduración parcial de las células de la médula, un incremento del número y su salida al sistema circulatorio.

Una vez en el torrente sanguíneo, las células pueden obtenerse fácilmente mediante un simple catéter pinchado al brazo o bajo la clavícula. La sangre extraída se somete entonces a un proceso de separación celular similar al que se realiza en las donaciones de sangre para separar las plaquetas de los hematíes. Una máquina separa las distintas células sanguíneas en función de su densidad. Las células precursoras de la sangre pueden así congelarse y reinyectarse en el paciente tras la sesión de quimioterapia, mediante una mera transfusión. Estas células, al no estar diferenciadas, acaban reimplantándose en la médula ósea, y vuelven a producir sangre.

Según Giralt, la utilización de esta técnica en el cáncer de mama "ha revelado unos resultados preliminares muy prometedores". Los tumores de mama son de los que mejor responden a la quimioterapia y la técnica de transfusión de células precursoras permite ahora aumentar enormemente las dosis de quimioterapia, mejorando su eficacia en la destrucción de las células cancerosas. Otros tumores que suelen responder bien a las altas dosis de quimioterapia son los de ovario, de testículo y el llamado neuroblastoma (un tipo de cáncer infantil de la médula ósea).

La simplicidad de la técnica puede abrir también el camino a la obtención de bancos de donantes de células precursoras.

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