"Hemos perdido nuestra propia conciencia"
Como un sabio y un auténtico barojiano, tierno y huraño a la vez, definieron a Julio Caro Baroja amigos y compañeros.
Pedro Laín Entralgo, académico, afirmó nada más conocer la muerte de Julio Caro Baroja que "constituye una figura rigurosamente insustituible en la cultura española del siglo XX". De su obra destacó especialmente la diversidad de puntos de vista con que ha estudiado la cultura española.
Fernando Lázaro Carreter, director de la Real Academia Española, le definió como "un ser riguroso, absolutamente bueno y cordial". "Era un Baroja típico: gruñón, huraño, encerrado en sí mismo, desprendido de lo mundano y cargado de bondad". Y recordó que Caro Baroja, que ocupaba el sillón P de la Academia desde junio de 1986, no pudo acudir con regularidad en los últimos años a las sesiones debido a su enfermedad.
Manuel Alvar, el académico que ocupa el sillón T de la academia: "Hemos perdido nuestra propia conciencia. Hace años él me decía que cuando le llegara la hora de la muerte y el momento del juicio final, antes de que Dios le hiciera sus preguntas, él quería preguntarle una cosa: '¿Por qué en lugar de haberme hecho nacer en la Atenas de Pericles me has hecho vivir en el Madrid de Arias Navarro?'. Una buena pregunta que hoy estará formulando a Dios".
Manuel Mandianes, jefe del departamento de Antropología del Centro Superior de Investigaciones Científicas: "Estuvo desde la Guerra Civil un tanto excluido del reconocimiento como antropólogo. Su exclusión se debe a las diferencias con ciertos capitostes de la antropología española". Y denunció que "hay cátedras que ni siquiera lo citan. No sé si por ignorancia, envidia o desprecio".
Carmen Alborch, ministra de Cultura: "Gracias a él los españoles conocemos mejor la urdimbre de nuestras tradiciones y los pormenores de nuestro pasado".
Eloy Benito, de la Real Academia de la Historia: "Someterse a aspectos burocráticos no iba con su personalidad".
Izquierda Unida difundió un comunicado que subraya "su contribución al aumento del conocimiento de nuestra historia en aspectos tradicionalmente poco tratados".
Caballero Bonald, escritor: "Con él muere una parte fundamental de nuestra historia contemporánea".
Babelia
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