Ardanza dice que justificar los GAL echa por tierra los motivos de condena a ETA

El presidente vasco, José Antonio Ardanza, afirmó ayer que "justificar el GAL es muy preocupante, porque caen automáticamente por tierra todas las razones para condenar el terrorismo de ETA". Ardanza hizo estas declaraciones tras sumarse a la concentración silenciosa que, como todos los lunes, celebran los trabajadores de Alditrans frente a la empresa de José María Aldaya, secuestrado por ETA hace más de tres meses. Por la tarde, Ardanza asistió a la Salve en la basílica de Santa María de San Sebastián. Por primera vez en 15 años, la celebración transcurrió sin incidentes.

Tras su visita a la factoría de Alditrans en Oiartzun, Ardanza declaró sentirse "muy preocupado" por los intentos de justificar las acciones del GAL por parte de algunos responsables socialistas. El lehendakari criticó también el "protagonismo y los celos" entre el Ministerio de Justicia e Interior y la Audiencia Nacional tras la detención del comando etarra que pretendía atentar contra el Rey en Mallorca.El presidente vasco conversó con Óscar e Idoia, los hijos del empresario, y les animó a que la familia permanezca "firme y unida". Ardanza señaló que las movilizaciones en favor de la liberación de Aldaya han sido "más rápidas y mayores que las celebradas durante el secuestro de Julio Iglesias Zamora hace dos años".

Las negociaciones entre ETA y la familia Aldaya parecen encontrarse en punto muerto, a tenor de las palabras pronunciadas ayer por el portavoz Inaxio Altuna, quien aseguró que los familiares "no ven los medios a través de los cuales se puede acceder a ETA". El sacerdote vasco pidió a los terroristas que "busquen la forma de contactar con la familia para poner fin al secuestro", porque, según señaló, "la única manera que tenemos de llegar a tener un contacto con ETA es que ellos nos busquen". La familia Aldaya vive cada día con mayor angustia la prolongación del secuestro del transportista, que hoy cumple 99 días en manos de ETA.

El PP y el nacionalismo

En sus declaraciones a los periodistas tras la concentración con los trabajadores de Alditrans, Ardanza señaló también que si el Partido Popular accede al Gobierno y "avanza en un proceso de exacerbación del nacionalismo español" los nacionalismos vasco y catalán se verían obligados a reaccionar. El lehendakari se mostró mucho más cauto que el presidente de la Generalitat catalana, Jordi Pujol, y afirmó que espera que un sentido de la responsabilidad del PP "haga que no se produzcan este tipo de actitudes o comportamientos".

Por otra parte, la ausencia de incidentes en la parte vieja de San Sebastián congregó ayer a miles de donostiarras en el interior y los alrededores de la basílica de Santa María, donde se celebró la tradicional Salve a la Virgen de la Asunción. Por primera vez en los últimos 15 años no se registraron enfrentamientos entre policías y manifestantes en el bulevar y sus proximidades.

La supresión de la comitiva de autoridades vascas que cada 14 de agosto acudía a la basílica de Santa María a escuchar la Salve impidió que los radicales acudiesen a protestar. Varios concejales de HB estuvieron recorriendo las calles próximas a la basílica de Santa María durante más de una hora.

El lehendakari Ardanza lamentó la suspensión de la comitiva de autoridades y dijo que de haberse eliminado debía haber sido por motivos históricos, en el 79 o el 80.

Por otra parte, la organización pacifista Denon Artean convocó ayer una concentración en la Plaza de Guipúzcoa para pedir la libertad de Aldaya una vez finalizada la Salve. Al acto acudieron centenares de personas, que coincidieron allí con los convocados por las Gestoras Pro Amnistía en la consabida contramanifestación. Ambos actos finalizaron sin incidentes.