30.000 millones cuesta el plan para evitar nuevas inundaciones

Las entrañas de la ciudad de Madrid necesitan arreglos por valor de 30.000 millones de pesetas. Pagar tal factura, según consideran los técnicos del Ayuntamiento de Madrid, es imprescindible para evitar que la ciudad vuelva a ahogarse bajo la tormenta.Este verano, Madrid ha padecido tres trombas de agua que han acarreado inundaciones y dejaron fuera de servicio algunas de sus arterias principales, como la vía de circunvalación M-30. Las carencias del actual sistema de alcantarillado y saneamiento viario quedaron patentes. Hay que renovar parte de la red (son 3.200 kilómetros en total) y construir hasta 300 kilómetros de nuevos colectores. Estas son algunas de las soluciones que se incluyen en el borrador del segundo Plan de Saneamiento Integral de Madrid (PSIM II).

El proyecto, que podría ser financiado en gran parte con dinero de la Unión Europea (UE), también prevé instalar sensores para controlar el nivel de agua de las alcantarillas e instalar un sistema informático que controle las presas del río Manzanares.

Las deficiencias de la red de alcantarillado urbano se mostraron la madrugada del pasado jueves en multitud de puntos del noroeste, donde la tormenta cayó con más intensidad: el colector de Arroyopinos (distrito de Fuencarral) rebosó, las tapas de los desagües de la zona saltaron por la presión del agua y los taludes de tierra de la avenida de Betanzos se desprendieron.

La red no fue capaz de absorber los 26 litros por metro cuadrado que cayeron en la ciudad, a pesar de que fue diseñada para tragarse el doble, según el PSOE. Cada vez que llueve fuerte, la M-30 se convierte en una ratonera para conductores. Los sumideros de la autopista, simplemente, no dan abasto. El agua alcanzó en la tromba del 26 de junio, en algunos puntos, hasta los tres metros de profundidad y los doscientos de ancho.

El PSIM II prevé la mejora del alcantarillado urbano, el control informático del río Manzanares y la mejora de la depuración de las aguas residuales. El plan, si es aprobado el próximo año, estará en vigencia hasta el año 2015.

"Pero el PSIM II no sólo mejorará las infraestructuras existentes, sino que también extenderá sus redes sobre las nuevas zonas que el Plan General de Ordenación Urbana tiene previsto crear en Madrid. Queremos mejorar la calidad del servicio en función a las exigencias de Madrid y de las normas de la Unión Europea", explica Félix Cristóbal, jefe de Saneamiento y Aguas de la Concejalía de Medio Ambiente.

Cabezonería